Contáctanos

Cultura

El público cantó y bailó con el Estudio de la Ópera de Bellas Artes y el Coro Gay de la Ciudad de México

Publicado

La noche finalizó pletórica de júbilo y alegría con la canción de Madre Tierra, en voz de las personas que asistieron al Jardín Escénico, dentro del recinto y del público espectador que se encontraba en los jardines que rodean el Pabellón.

Sicom Noticias

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), en colaboración con el Estudio de la Ópera de Bellas Artes (EOBA), bajo la dirección artística de María Katzarava, ofreció a su público un concierto, en el cual celebró la diversidad, en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+.

Con la dirección musical de Enrique Dunn y la dirección de escena de Daniela Parra, se llevó a cabo el concierto que contó con las piezas: obertura Stronger Together/Al despertar, Hab mir´s Gelobt, ihn lieb zu Haben, Los últimos creadores de estrellas, Inmortal, Morir de amor, Woman Soul, El que quiera entender que entiendaIn der Palästra, Doble corazón, Si tú no vuelves, Rosa marchitada, Canción sin miedo, Las de la intuición, Castillos, Zorra y finalizaron con Vogue y un popurrí de Juan Gabriel.

Con la participación de los integrantes del Estudio de la Ópera de Bellas Artes: Alejandro Paz (barítono), Andrea Pancardo (mezzosoprano), Gabriel Vargas (contratenor), Gerardo Rodríguez (tenor), Hildelisa Hangis (soprano), Hugo Barba (barítono), José Luis Gutiérrez (tenor), Juan Marcos Martínez (barítono), Luz Valeria Viveros (soprano), Lili Nogueras (soprano), Mariana Echeverría (soprano), Mariana Sofía García (mezzosoprano), Miguel Brito y Ricardo Galaviz (pianistas) e integrantes del Coro Gay de la Ciudad de México, se vivió un momento memorable con la participación de la primera soprano trans, quien forma parte del Coro Estable del Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina, María Castillo de Lima, quien deleitó a los presentes con la pieza Raíces que mueren, composición de Dunn.

Luego de los agradecimientos y un gran aplauso, el público pidió que interpretaran otra pieza y el concierto se convirtió en una fiesta con una selección de canciones de salsa, con las cuales integrantes del Coro Gay y beneficiarios del EOBA, invitaron a los espectadores a pasar al escenario a bailar.

La noche finalizó pletórica de júbilo y alegría con la canción de Madre Tierra, en voz de las personas que asistieron al Jardín Escénico, dentro del recinto y del público espectador que se encontraba en los jardines que rodean el Pabellón.

“Al encontrarse dos agrupaciones con programaciones aparentemente opuestas descubrimos que hay mucho más en común de lo que imaginamos y que la música es, en efecto, un lenguaje universal. Presentamos cuatro cuadros escénicos; Eclipse, con fragmentos de la ópera El otro mar; Palästra, ambientada en la antigua Grecia; Grietas, con música de Raíces y Orgullo, y el último cuadro que reunió a los solistas del EOBA dentro del coro, uniendo voces y voluntades para concluir con el mensaje de que “por más que arranquen las raíces estas vuelven a crecer”.

“Me siento orgulloso de haber logrado romper estigmas y prejuicios con esta colaboración y de abrir nuevos espacios con narrativas reales y actuales. La ópera, la música de concierto y la música popular se encontraron en este programa donde no hubo distinciones”, compartió Enrique Dunn, director del Coro Gay de la Ciudad de México.