Redacción
La Unión Europea, gobiernos y medios internacionales además de defensoras de derechos humanos expresaron su indignación y descontento por el espionaje mundial a activistas, periodistas y políticos a través del programa informático Pegasus.
Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU, reclamó por una mejor reglamentación de las tecnologías de vigilancia.
El programa, instalado en un teléfono móvil permite recuperar los mensajes de texto, fotografías, contactos e incluso escuchar las conversaciones de su propietario.
La lista incluye los números de 180 periodistas, 600 políticos, 85 militantes defensores de los derechos humanos y 65 empresarios. Los lugares espiados son en Marruecos, Arabia Saudita y México.