Cada año, el 16 de septiembre se conmemora como una fecha clave en la historia del país, rindiendo homenaje a los héroes que lucharon por la libertad y que sentaron las bases para la nación soberana que hoy conocemos.
Sicom Noticias
El 16 de septiembre de 1810, en el pequeño poblado de Dolores, Guanajuato, el cura Miguel Hidalgo y Costilla encendió la chispa de una rebelión que cambiaría para siempre la historia de México. A primeras horas de la madrugada, Hidalgo convocó a la población a levantarse en armas contra el dominio español, marcando el inicio de la lucha por la independencia del país.
Conocido como “El Grito de Dolores”, este llamado a la rebelión no solo fue un grito de libertad, sino también una respuesta a siglos de injusticias, desigualdad y explotación que sufrían los habitantes de la Nueva España bajo el yugo colonial. Al gritar “¡Viva la independencia!” y “¡Mueran los gachupines!”, Hidalgo no solo declaraba la ruptura con el poder español, sino que encendía el fuego de la esperanza entre los oprimidos.
Acompañado por líderes como Ignacio Allende, Juan Aldama y José Mariano Jiménez, Hidalgo movilizó a miles de campesinos, indígenas y mestizos, quienes, sin una preparación militar formal, se unieron a la causa con el anhelo de libertad y justicia.
Este hecho marcó el inicio de un conflicto armado que duraría 11 años, hasta que en 1821 se logró la independencia definitiva de México. Cada año, el 16 de septiembre se conmemora como una fecha clave en la historia del país, rindiendo homenaje a los héroes que lucharon por la libertad y que sentaron las bases para la nación soberana que hoy conocemos.
En las principales plazas del país, se lleva a cabo el tradicional “Grito de Independencia”, una ceremonia encabezada por el presidente de la República en la Ciudad de México y replicada por gobernadores y alcaldes en sus respectivas entidades. Es un recordatorio vivo de los ideales de libertad, justicia y soberanía que impulsaron a Hidalgo y sus seguidores a cambiar el destino de una nación.
