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Internacional

El día contra la trata de personas, 30 de julio, advierte del uso y abuso de la tecnología para cometer este delito

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A través del ciberespacio, los delincuentes organizan el transporte y alojamiento, llegan a más clientes, venden a las víctimas y ocultan las ganancias con rapidez y anonimato.

Redacción

La expansión del uso de la tecnología y la convivencia cotidiana con las plataformas en línea, fenómenos intensificados por la pandemia de Coronavirus, han facilitado el avance de la trata de personas, alertó la ONU a propósito del Día Mundial contra la Trata, celebrado cada 30 de julio.

El internet y las plataformas digitales son herramientas que sirven a los traficantes para reclutar, explotar y controlar a las víctimas.

A través del ciberespacio, los delincuentes organizan el transporte y alojamiento, llegan a más clientes, venden a las víctimas y ocultan las ganancias con rapidez y anonimato.

En su mensaje para la ocasión, el Secretario General recordó que la trata es un cruel ataque a la seguridad y dignidad de las personas, y reconoció que es un problema que crece, perjudicando sobre todo a mujeres y niñas.

“Las plataformas permiten a los traficantes engañar y reclutar a gente con falsas promesas, y mediante la web oscura difunden material infame, como el relacionado con la explotación sexual infantil, ocultando su identidad. Además, la tecnología confiere a los consumidores la capacidad de demandar con anonimidad contenido cada vez más peligroso y degradante que fomenta la trata de personas”, puntualizó António Guterres, exhortando a la regulación del internet, a apoyar a las víctimas y a enjuiciar a los criminales.

La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) hizo eco del Secretario General, detallando que más del 60% de las víctimas de trata de personas detectadas en los últimos 15 años han sido mujeres y niñas, la mayoría traficadas con fines de explotación sexual.

La UNODC argumentó que para proteger a las personas hace falta proteger los espacios digitales del abuso criminal, lo que implica que las autoridades de todos los países utilicen esas mismas tecnologías para identificar y poner fin a las redes de trata.