A lo largo de estos años, ha formado un sonido propio; su voz y color combinan el estilo original del cardenche con arreglos contemporáneos a través de la creación y la exploración vocal.
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Este montaje lleva la profundidad y la fuerza del canto cardenche, género de música popular mexicana del norte del país que se originó a finales del siglo XIX, el cual resalta las emociones, el dramatismo y la melancolía que emergen únicamente de la voz, sin acompañamiento instrumental.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro, y el Coro Acardenchado presentan El cardo en flor, bajo la dirección de Leika Mochán, María Emilia Martínez y Juan Pablo Villa. Este espectáculo ofrecerá dos funciones, el 8 y 9 de julio en el Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, sábado a las 19:00 y domingo a las 18:00 horas.
Este género musical, cuya finalidad es reivindicar mediante un canto comunitario la canción cardenche, se interpreta a capela y toma su nombre de la espina del cardo, una planta con espinas que lastiman al clavarse por sus filamentos inversos que pueden desgarrar la carne.
Fundado en 2016 por Juan Pablo Villa, el Coro Acardenchado se suma a quienes trabajan por la reivindicación y permanencia del canto cardenche, formando parte de los proyectos y acciones que buscan evitar la desaparición de esta expresión musical que proviene de las zonas desérticas del norte de México, la cual se encuentra en peligro de ser olvidada debido a las circunstancias sociales y económicas de la región y del país.
A lo largo de estos años, el coro ha formado un sonido propio; su voz y color combinan el estilo original del cardenche con arreglos contemporáneos a través de la creación y la exploración vocal por medio de técnicas extendidas, improvisación y percusión corporal; lo anterior combinado con movimientos escénicos y exploración de la acústica de los espacios donde se presenta.
En cada actuación, El cardo en flor realiza un recorrido que va de un contexto urbano e industrial hasta la plenitud de los espacios naturales. Con una trayectoria de poco más de seis años, la obra cuenta con una producción discográfica titulada Aquellos otros, de 2017, en la que se incluyen canciones como Ya se van las golondrinas, Yo ya me voy amigos míos, Pásele, pásele, Una mañana muy transparente y Ojitos negros, entre otras.
Este coro está integrado por 21 cantantes distribuidos en las tres tonalidades que la componen: la primera, contralta y arrastre, las cuales han formado un sonido propio; su voz y color combinan con el estilo original del canto cardenche, además de arreglos contemporáneos, exploración vocal, percusión corporal y la combinación de movimientos escénicos y la acústica del espacio que permiten la improvisación a partir de la interpretación.
Participan Leika Mochán, María Emilia Martínez, Juan Pablo Villa, Andrea Villela, Jacobo Hernández, Citlali Fuentes, Benjamín Torres Alcántara, Verónica Ruiz, Emilio Bozzano, Gustavo El Gus Rangel, Alex Daniels Basasa, Lucía Torres, Natalia Andrade, César Martínez, Daniela Moyado, Carmen González, María del Rosario Beltrán, JC Taylor, Mauricio Jiménez Quinto, Thea Zmijewska y Gabriela Álvarez Prieto.
La producción y asistencia de dirección está a cargo de Elisa Andrea Villela Jiménez, la stage manager y asistente de producción es Hebzoariba H. Gómez, el diseño de iluminación es de Karla Martínez, mientras que el ingeniero de sonido es Josué López Vergara.
