La pieza, originalmente estrenada en 1892 en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, Rusia, se ha convertido en un ícono de las celebraciones decembrinas a nivel mundial.
Juan Pablo Ramírez
El Zócalo de la ciudad se convirtió en escenario de un clásico navideño con la presentación de El Cascanueces, interpretado por la compañía de ballet “Antoniette” y el Coro Sinfónico Normalista del Estado.
El espectáculo, que narra el encantador viaje de Clarita al Reino de los Dulces tras recibir como regalo un cascanueces que cobra vida, deslumbró a poblanos y turistas con coreografías únicas, luces vibrantes y una puesta en escena llena de magia y armonía familiar.
Dividida en dos actos, la obra transportó al público a un mundo de fantasía, acompañado por el inconfundible sonido de panderos, violines y otros instrumentos que hicieron brillar esta adaptación local del clásico navideño.
La pieza, originalmente estrenada en 1892 en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, Rusia, se ha convertido en un ícono de las celebraciones decembrinas a nivel mundial, y esta versión poblana destacó por el talento de artistas locales que dieron un toque único a la tradición.
El evento, que reunió a familias enteras y visitantes internacionales, reafirmó la importancia de la cultura y el arte en las festividades navideñas de la ciudad de Puebla.
