Su director y fundador considera que la práctica dancística permite prevenir hábitos como el consumo de alcohol, drogas, tabaco, e inclusive el uso excesivo de internet.
Redacción
El Ballet Folklórico Zitlalkiahuitl surgió como un club de danza del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (CBTis) No.56, con sede en Iguala, Guerrero, como una opción curricular para los estudiantes de las especialidades de laboratorista clínico, electromecánica, contabilidad, programación y secretariado ejecutivo, recuerda en entrevista Óscar Viveros García, su director y fundador.
Fue en el año 1984, cuando Viveros asumió el cargo de director artístico de dicho club y, junto con los integrantes, decidió nombrarlo como Ballet Folklórico Zitlalkiahuitl.
Comparte que, en sus más de 30 años de historia, el ballet ha participado en diferentes actividades municipales, estatales, nacionales e internacionales, por ejemplo, en Huitzuco, Tepecoacuilco, Taxco de Alarcón, Arcelia, Tlapehuala y Ciudad Altamirano; así como el Festival Internacional La Nao de China, en Acapulco, entre otros en cuanto a lo local.
A nivel nacional, en su lista de presentaciones se encuentra el Festival Zacatecas del Folclor Internacional, Festival Internacional Palafoxiano en Puebla, el 5º y 8º Festival Nacional de Danza en Villahermosa, Tabasco; Festival “Nuestras Raíces” en la Ciudad de México, por mencionar algunos.
Mientras que en el plano internacional ha tenido participaciones en eventos, como el Festival “Siberian Springs” en Tyumen, Rusia, así como giras folclóricas por París, Francia; en Orlando, Washington y Nueva York, en Estados Unidos, y una participación especial en la Escuela Militar de West Point, también en ese país.
Viveros García considera que la práctica dancística permite prevenir hábitos como el consumo de alcohol, drogas, tabaco, e inclusive el uso excesivo de internet, por lo que el Ballet Folklórico Zitlalkiahuitl da a niñas, niños y jóvenes una opción en la cual ocupar su tiempo, interactuando con el mundo que les rodea y, al mismo tiempo, aprendiendo nuevos pasos, rutinas y sobre el pasado de sus comunidades, al revisar las costumbres y tradiciones en complicidad de la música, el baile, el canto y la danza folclórica, dando así continuidad a su cultura.
Al respecto, menciona que el objetivo por el que nace este ballet es el de formar jóvenes que estén preparados para el futuro sin descuidar su pasado histórico y considera que una manera de tener el orgullo de sus tradiciones y costumbres como mexicano es través de la danza folclórica mexicana.
Agrega que, debido a la trayectoria y alcances del ballet, la comunidad Zitlalkiahuitl realizó la solicitud ante las autoridades del estado para crear una institución derivada de la agrupación dancística, por lo cual nace, en 2012, Zitlalkiahuitl, Escuela Superior de Danza Folklórica (ESDAF), de la cual también es director. Esta institución oferta la licenciatura en danza folklórica, de la que han egresado cinco generaciones; así como una maestría en artes.
