Hay innumerables referencias al asesino Leatherface en la cultura popular: en cómics, videojuegos, otras películas y series; es un icono del terror y del cine en general.
Redacción
La Masacre de Texas es una película legendaria, nadie puede negarlo. Cuando se estrenó en 1974, revolucionó totalmente el terror y estableció muchos de los estándares narrativos que las películas del género siguen utilizando hoy en día.
El sonido de la motosierra de Leatherface aún resuena en la mente de los espectadores y para “diseccionar” toda su influencia se necesitaría una tesis doctoral.
PUEDES CORRER, PERO NO ESCONDERTE
¿Te suena la siguiente historia? Un grupo de jóvenes se va de vacaciones o de excursión, pensando que será un momento perfecto. Pero lo siguiente es que sólo uno de ellos sobrevive. Lo habrás visto cientos de veces, pero esta película es el origen de la clásica trama de “grupo de amigos que se enfrenta a una amenaza”.
Han pasado más de 40 años desde su estreno, sin embargo, esta película sigue conservando escenas difíciles de ver. Y eso se debe principalmente a que el director Tobe Hooper creó un tipo de antagonista, el “psycho-killer”, que en lugar de matar a sus víctimas, disfruta torturándolas y viéndolas sufrir. Este aspecto de la película tuvo una gran influencia en películas como Halloween (1978) o Scream (1996).
Hay innumerables referencias al asesino Leatherface en la cultura popular: en cómics, videojuegos, otras películas y series; es un icono del terror y del cine en general. Su vestimenta es tan reconocible que esta estética sirvió de inspiración a cineastas, músicos y otros artistas.
Un año antes, en 1973, se estrenó otra película histórica: El Exorcista. La enorme diferencia es que esta última tuvo un presupuesto de más de 12 millones de dólares, mientras que la inversión de La matanza de Texas fue de sólo 140,000 dólares. Con unos cuantos trucos cinematográficos, la producción consiguió crear una obra con un ambiente singularmente enfermizo y oscuro en el que la creatividad se impuso al dinero.
Cadáveres putrefactos, miembros desmembrados, vísceras en el suelo y litros de sangre salpicados por todas partes. No es una película para todo el mundo. Aunque la obra de Hooper no inventó la rueda del cine gore, sí la puso a girar. Puso una narrativa centrada en la violencia gráfica en el mapa de la corriente principal.
Si nunca has visto esta película de culto, no esperes más para hacerlo. Pero si está entre tus favoritas, puedes verla en una plataforma de streaming.
