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Deporte A Fondo | Sin pies ni cabeza

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Sicom Opina Con… Antonio Abascal

Tres puntos de veintisiete posibles, producto de tres empates y seis derrotas con cinco goles a favor y trece en contra es el saldo del Puebla femenil al llegar a la mitad del Apertura 2024 bajo la dirección técnica de Guillermo Cosío Almazán que da la cara por un proyecto sin pues ni cabeza, que es la demostración de que el futbol femenil no interesa por los rumbos del Ajusco, pero también que aquí en Puebla pudieron más los prejuicios y hasta la arrogancia que analizar con frialdad lo poco que se había construido. Es cierto, el Puebla femenil nunca ha sido una potencia, apenas ha alcanzado la liguilla en una ocasión, nunca se ha distinguido por tener un alto presupuesto, pero la campaña pasada había dado muestra de que había logrado un modelo de trabajo bajo el cual se podía crecer pese a la dificultad de mantener a jugadoras importantes, lejos de ello, en unos días perdió al director deportivo, a su directora técnica y a jugadoras claves (no sólo Aisha Solórzano, sino a Karla Morales, Elena Sainz, a Andrea González, a Viridiana López, a Savianna Gómez, entre otras).

Hay un problema de origen: Si analizamos la tabla de posiciones de este Apertura 2024 nos daremos cuenta que los tres últimos lugares de la tabla son Santos Laguna con apenas un punto y con ocho descalabros a cuestas, Mazatlán que ya ganó pero que suma siete derrotas y tiene un partido pendiente y el equipo de la Franja con los números ya explicados; las sinaloenses tienen la peor diferencia de goles de la liga con menos veintiocho, con apenas cuatro goles a favor y 32 en contra (la peor defensiva, ya que ayer se comió ocho del América.

Los hermanos no reconocidos acumulan una victoria, tres empates y trece derrotas en diecisiete juegos con sólo nueve goles a favor y 45 en contra, números que reflejan el poco interés del grupo del Ajusco en sus equipos femeniles.

Pero el Puebla es el equipo que nos interesa, entre un torneo y otro además del cambio en el timón, la Franja trajo a más de ocho jugadoras, y la realidad al llegar a la mitad del certamen es que sólo Gaby Machuca en la puerta ha tenido un nivel similar al de Karla Morales, mientras que todas las demás que llegaron como “refuerzos” se han quedado por debajo de las que se fueron, por más de algunos destellos de Sebelle Rojas y un poquito Ahtiziri Méndez quien ha desaparecido de las alineaciones. El balance negativo entre las que se fueron y las que llegaron es parte del problema a lo que se suma un timonel novato que está aprendiendo al calor de las revoluciones, pero que en algunas decisiones lejos de ayudar, ha generado más problemas como sucedió la semana pasada en la gestión de la ventaja de dos goles ante San Luis o el manejo a lo largo de los partidos cambiando de parado hasta tres veces lo que no ayuda a las jugadoras comprendan la idea.

La pregunta tras nueve partidos es ¿a qué juega el Puebla? Una respuesta que ni las jugadoras pueden contestar ya que en los partidos se intenta con una línea de cuatro, donde las laterales son centrales naturales o ahora se sacrifica a una futbolista con tendencia ofensiva que no siente la marca, luego se cambia a línea de cinco, no hay un trabajo que ayude a tener posesiones largas, las delanteras no asustan y sólo corren como Luisa de Alba que hasta el momento ha aparecido en los nueve partidos de las poblanas alternando titularidades y suplencias, se ha dejado notar porque va a todas y porque corre mucho, pero hasta el momento no ha demostrado tener técnica e inteligencia para que ese gran esfuerzo físico se traduzca en ocasiones de peligro o en apoyos para sus compañeras.

De tal forma, con excepción de la recién llegada Gaby Machuca, los otros puntos altos del equipo siguen siendo las que ya estaban: Liliana Sánchez Magaña, Dulce Martínez, por momentos en el mediocampo Rubí Villegas y con algunas irregularidades Jessica Tenorio, mientras que en los últimos juegos ha levantado la mano la canterana Dulce Méndez, mientras que otra canterana, Liliana Fernández demuestra calidad en los escasos minutos que le concede el estratega que así sigue condenando a su equipo ya que la poblana tiene más calidad que algunas que han gozado de más oportunidades en lo que llevamos del torneo.

Un técnico debutante que en la cancha ha demostrado no saber lo que persigue con este grupo de jugadoras porque en el desarrollo de los partidos se cambia dos o tres veces de parado, que si bien ha dado algunas oportunidades a canteranas ha demostrado que prefiere experiencia, aunque el momento no sea el mejor como la recién llegada Martha Enciso como sucedió ante San Luis cuando ingresó por Dulce Méndez y a partir de ese momento, el Puebla perdió el mediocampo. Guillermo Cosío ha confundido a sus jugadoras: Sebelle Rojas, a veces es lateral por derecha, otra es mediocampista por izquierda y algunas otras delantera, Johan Rojas ha pasado de ser mediocampista por izquierda, a carrilera por derecha, a medio de contención.

Hasta el momento el Puebla no ha sido capaz de cubrir el hueco que tiene por la banda izquierda en relación a su sistema defensivo; la hondureña Bárbara Murillo ha intentado cubrir esa parcela con poco éxito ya que ella es defensa central, no es tan rápida para cuidar la banda y sufre con las jugadoras habilidosas de los equipos contrarios, mientras que a la ofensiva aporta muy poco; en el juego que se perdió por suspensión, Cosío intentó con Johana Rojas, luego con Sebelle y en algunas otras ocasiones hasta con Jackie González, otra canterana que creció como central y que ha tenido cierta regularidad jugando por ambas bandas sin ser una solución ya que sufre mucho por las mismas razones que Murillo.

El Puebla da la impresión de ser un equipo con la cobija muy corta, por momentos se defiende bien, pero siempre ocurre una distracción que complica el trabajo, ha tenido algún destello ofensivo (muchos a partir de lo que aportaba la británica Anna Jane Loftus quien se convirtió en la llanera solitaria de la Franja), pero cuando se producía uno de esos destellos, atrás se fallaba, o cuando se logró mantener el cero no hubo producción ofensiva. Hace una semana con dos destellos ganaba en casa, pero los constantes cambios, la manera en que se desprotegió el mediocampo, la avenida que provocó Cosío por el lado izquierdo en relación a la defensa poblana provocaron el empate potosino, y como a todos los perros más flacos se le cargan todas las pulgas, Loftus dejó la institución debido a su embarazo por la que las pocas luces que había a la ofensiva se han perdido.

Precisamente Loftus es un buen ejemplo de lo que pasa en el Puebla, siempre dio muestras de que podía ser una jugadora importante, pero sólo fueron destellos porque hace un torneo llegó tarde luego de que la directiva poblana prefiriera a Nicole Teja, cuando la influencer abandonó todavía hubo tiempo para que la británica regresara ya que había hecho pretemporada con el equipo, pero al no jugar en Estados Unidos a su llegada tuvo que hacer trabajo específico para ponerse a punto y ahí se perdió mucho tiempo. Cuando hizo pretemporada no se le acompañó con el talento necesario para que su futbol pudiera crecer y ahora el Puebla ha quedado huérfano sin el talento de la británica y sin una respuesta que pueda ofrecer calidad de mediocampo hacia adelante, más allá de la velocidad de Sebelle, porque ya hablamos de las carencias de Luisa de Alba, que por lo menos intenta, pero Allysa Oviedo alinea sin hacerse notar, sin respuestas físicas y sin mostrar al menos un destello como la propia Sebelle o Johana Rojas.

Guillermo Cosío da la impresión que quiere demostrar que tiene los conocimientos para sacar adelante el proyecto, pero que en aras de ese afán de mostrarse ha terminado confundiendo a las jugadoras y ha sido incapaz de dotar de una idea reconocible a su equipo (como sí la tenía el equipo de María José López), que incluso ha sido incongruente en su apuesta por la cantera con Dulce Méndez pero sin dar más minutos a Liliana Fernández quien ya había demostrado su calidad; jugadoras que se trajeron por traer y que no han mostrado tener el talento necesario para ayudar al equipo y que se han quedado muy lejos de las que se fueron son parte de un problema que inicia en el Ajusco y que tiene continuación en los hombres que hoy deciden en la Franja porque hay que insistir en que si bien es cierto no se llegó a liguilla, ya había procesos de trabajo que parecían podían potenciar al equipo al margen del escaso presupuesto que se etiqueta desde la capital del país para el proyecto femenil.

Para traer a Aisha y Savianna se vieron cientos de videos, al igual que para invitar a Anna Jane, se había encontrado el mercado centroamericano con jugadoras más baratas con ganas de llegar a la liga para crecer, se había hecho un trabajo serio que era reconocido por las propias futbolistas y eso aumentaba el interés, al tiempo que la cantera empezó a funcionar y fue capaz de producir en poco tiempo con Liliana Fernández, Hindra Pérez, Dulce Méndez y hasta Jackie González, pero los prejuicios pudieron más, de forma arrogante se eliminó ese proyecto y al quedar pocos cimientos, literalmente se tuvo que iniciar de cero, sin que hasta el momento haya brotes verdes porque no hay signos distintivos del equipo, porque incluso las dudas empiezan a aparecer en los baluartes como las defensas centrales y porque este equipo carece de pies y cabeza. Este próximo domingo 15 de septiembre el equipo de la Franja recibe al Mazatlán en un duelo entre equipos que viven en la parte baja, el veinte visitará al colero Santos Laguna, de aprovecharlos el Puebla podría salir de la incómoda posición en la que se encuentra, pero a la luz de lo visto hasta el momento no hay muchos argumentos para ser optimista.

Justo cuando parecía que el Puebla había encontrado el modelo de trabajo para crecer, para aspirar a pelear por una liguilla, la arrogancia echó a la basura ese proyecto y hasta el momento no se ha tenido la inteligencia de volver a andar por un camino ya descubierto, al contrario, se apostó por algunos nombres (Martha Enciso) sin atender a sus últimas actuaciones y en lugar de soñar con el regreso a una liguilla, hoy el equipo de la Franja está más cerca de sufrir su peor torneo en la historia, que son once puntos en el Apertura 2022, bajo la dirección de “Míster cimientos”, Pablo Luna, esas once unidades se consiguieron con tres triunfos y dos empates, números que hoy podrían estar al alcance si se vence a Mazatlán y Santos. De soñar con una liguilla a evitar el peor torneo de la historia, es lo malo de carecer de un proyecto para el futbol femenil.