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Deporte A Fondo | La peor entrada de la historia

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Sicom Opina Con… Abascal

No existe un paliativo para explicar la derrota del Puebla de la Franja ante el colero Juárez en el Estadio Cuauhtémoc porque el equipo de José Manuel de la Torre fue una suma de errores, de bajón en el rendimiento con respecto a lo que había mostrado en la derrota ante Pachuca y porque se equivocaron desde los futbolistas hasta el estratega, aunque también se convirtió en la imagen perfecta para demostrar el mal trabajo de los grupos de inteligencia deportiva que han sido incapaces de reforzar al equipo y con largos contratos lo condenaron a aguantar a futbolistas que han vivido de los destellos pero que han realidad han ayudado poco, al mismo tiempo de volver a señalar a una directiva demasiado amarrada para invertir en refuerzos de más peso, refuerzos necesarios como un defensa central de garantías ya que se buscó la llegada de futbolistas de mediocampo hacia el frente, pero no se atendió un sector que la campaña pasada fue el más goleado imponiendo marcas negativas para el club.

Para colmo de males la derrota se dio nuevamente ante una escuadra que no había ganado fuera de casa y mucho menos había marcado tres goles en el campeonato y además se dio ante solo 4,587 espectadores que algunos portales como 365scores.com han cifrado como la peor de la historia en la liga mx subrayando el dato como crítica a Puebla sin atender a otros factores como que ahora los Bravos de Juárez están implicados en las tres peores entradas desde la llamada liga mx: Juárez vs Mazatlán con sólo 6,230 aficionados en el estadio y Pumas vs Juárez con 7,811 en la casa de los universitarios, es decir, estamos ante un equipo que no interesa, que es gris, que siempre está metido en los últimos lugares de la tabla de cocientes y siempre termina pagando alguna de las multas. La mala entrada en Puebla debe entenderse a partir de la eliminación del ascenso y del descenso que le quitó ese interés a equipos como Juárez que antes peleaban por algo y ahora deambulan en la liga, también a partir de privilegiar la lógica de doña tele que con horarios incómodos para los aficionados puede armar sus combos y colocar temprano a la Franja y luego en horario estelar a los Tigres, incluso sin importarle las inclemencias del tiempo porque lo que la estadística de esos portales no atiende es que el juego se desarrolló en una ciudad que llevaba varias horas de lluvia pertinaz y que durante el partido también llovió.

Los aficionados a pie, esos que gustan de ir a los estadios, dejaron de importar, los horarios cada vez son más incómodos para ellos, pocos partidos se suspenden a pesar de las condiciones climáticas, sólo importa que la tele tenga un producto en la pantalla, sin importar que sea bueno o malo. Si a todo ello le sumamos una escuadra local que viene de realizar su peor torneo en la historia con solo cinco puntos, que a pesar de ello no lo reforzaron como requería, que sus dos principales contrataciones llegaron con el torneo iniciado y que bajo el mando de una gloria camotera como José Manuel de la Torre ha ido de algunos resultados destacados a malas rachas con derrotas encadenadas, la ecuación está completa: Solo 4,587 aficionados se acercaron al Estadio Cuauhtémoc porque además llegar al inmueble dos veces mundialista y olímpico se ha vuelto muy complicado incluso con el estado de las calles en la Angelópolis.

Justo en el año del octogésimo aniversario de la fundación del club, el Puebla ha sumado marcas negativas: Los cinco puntos, la mayor cantidad de derrotas, los goles en contra en el Clausura 2024 hasta la peor entrada de la historia. Pero al final es una respuesta de una afición que tuvo un despertar, que volvió a acostumbrarse a liguillas y que luego tuvo un brusco regreso a la mediocridad como esa temporada donde sólo ganó un juego, empató otros dos y el resto lo perdió, que pese a esos números vio cómo la plantilla no fue debidamente reforzada y sólo se buscó un curita para competir por la titularidad de la portería, cómo se dejó al técnico solo para solucionar la problemática en la defensa central, mientras algunos extranjeros se quedaron cobrando aunque no sean tomados en cuenta por el estratega como Gastón Silva.

Hasta el viernes, el “Chepo” iba trabajando bien de acuerdo a lo que tenía en la plantilla, la llegada de Luis Quiñones parecía que podía ayudar a una mejor versión para hacer un futbol más agradable, mientras que Emiliano Gómez al menos había anotado dos goles cuando fue colocado como centro delantero, por eso se esperaba que ante Juárez se mantuvieran las buenas sensaciones que se emitieron contra los Tuzos y se diera un salto estadístico para fortalecer las opciones de repesca, al tiempo de vencer a un rival directo en la tabla de cocientes. El inicio del partido fue bueno, el mediocampo mordía y recuperaba rápido la pelota y se buscaba atacar por las bandas, pero el estado del terreno de juego por la izquierda frenó a Brayan Angulo; se intentó por derecha, pero luego, los dos contenciones, De Buen y González recularon y empezaron a perder la batalla con Dieter Villapando y Diego Campillo que empezaron a distribuir el balón, poco a poco la visita fue tomando confianza y empezó a asomarse al arco de Miguel Jiménez, primero sin mucho peligro, luego con un aviso más serio que obligó a un manotazo al arquero con la suerte que el balón se le fue en medio de las piernas a Estupiñán, hasta aprovechar una debilidad que no ha podido ser subsanada por el cuerpo técnico poblano: La táctica fija.

Un centro pasado techó a Gularte vino un recentro, un remate que sacó en la línea Ferrareis y un contrarremate de Ian Torres que dejó sin opciones a Jiménez. Otro gol en táctica fija en contra, en ese momento el quinto en la temporada, justo cuando en la semana el “Chepo” destacó la importancia de dejar el arco propio en cero, con otro agravante ya que el tanto se aceptó en la recta final del primer tiempo y aunque la Franja contestó de forma inmediata con una jugada por derecha que no pudo ser finiquitada por Daniel Álvarez.

Cuando se habla de que la derrota del Puebla tuvo todos los agravantes se debe considerar que iniciando el segundo tiempo encontró el empate cuando en una acción de rebotes, Ferrareis fue derribado en el área para un claro penal que ejecutó con frialdad Luis Quiñones para marcar su primer gol con la playera poblana. Juego empatado con todo el segundo lapso por desarrollar, se suponía con la lección aprendida del primer tiempo y con un Jair González quien había ingresado por Daniel Álvarez y de inmediato generó peligro por izquierda. Fueron los mejores minutos poblanos, González se empezó a juntar con Quiñones quien así encontró un socio, el joven lanzó un gran pase a Brayan Angulo quien llegó al área y cuando se cantaba el segundo gol local el colombiano vació su disparo por un costado; todavía González forzó un tiro de esquina que generó otra serie de rebotes tras los cuales Quiñones empujó de taquito, pero la jugada se revisó en el VAR y de manera apretada se señaló fuera de lugar, fue la última acción con idea de la escuadra local que luego vivió una serie de eventos desafortunados en poco tiempo.

La lesión de Jair González, un tirón cuando buscaba un cambio de juego de Quiñones, por lo que fue sustituido por Luis Arcadio García y obligó a cambiar de banda a Raúl Castillo, justo en ese momento de forma inexplicable los contenciones volvieron a recular, incluso el propio Quiñones les reclamó que estaban dejando una laguna en el círculo central que Juárez no tardó en aprovechar, otra vez, Campillo y Villalpando empezaron a distribuir y así el Puebla dejó de ser peligroso, mientras que Juárez tampoco lo era pero forzaba las jugadas en el territorio poblano, así Angulo cedió un tiro de esquina cuando trataba de dejar en su guardameta, en el cobro Diego de Buen perdió la marca de José García Manríquez, cuando el capitán poblano reaccionó y quiso regresar se resbaló por lo que el central juarense se regodeó en su remate para vencer al “Wuacho”, devolver la ventaja a los visitantes y remarcar la ineficacia poblana para defender la táctica fija.

Los nervios se hicieron presentes en los pocos espectadores, en los jugadores camoteros y hasta en el cuerpo técnico que buscó cambios para revertir la situación: Ormeño ingresó por Castillo con lo que juntó al peruano con Emiliano Gómez mandando a un gris uruguayo a la banda izquierda, Diego de Buen dejó su lugar a Facundo Waller y Pablo González salió para que Alberto Herrera ocupara la media cancha; no fue el mejor partido para los tres que salieron, pero el problema fue que ninguno de los que ingresó mejoró las prestaciones. Otra vez Waller, al puro estilo de Forrest Gump, corrió y corrió, pero sin sentido, Herrera perdió muchos balones incluyendo el que generó el contragolpe definitivo que acabó en el penal del “Wuacho” que convirtió Estupiñán para dar algo de tranquilidad a los fronterizos porque todavía Quiñones hizo el de la “honra” poblana, aunque ya sobre el tiempo. Un partido ganable en el que no se atendieron las lecciones del primer tiempo y donde hay muchos temas preocupantes para el Puebla https://www.youtube.com/watch?v=nIJG9q6uzqQ.

Ya es la segunda defensiva más goleada (19) sólo por arriba de Juárez (23), no hay una corrección a los problemas en pelota parada, los cambios en lugar de mejorar al equipo lo frenan, ya se sabía que el “Wuacho” no mejoraba ostensiblemente las prestaciones en la portería, pero el ex de las Chivas no marca diferencia con respecto a Iván Rodríguez. El viernes incluso José de la Manuel de la Torre no estuvo fino en los cambios porque la semana pasada Waller ya había demostrado que no puede hacer el trabajo de Diego de Buen, porque tras la lesión de Jair González y el ingreso de Luis Arcadio García tuvo que reacomodar a todo el equipo, pero ya no hubo reacción, junto a ello hay que sumar la pérdida de confianza en Kevin Velasco quien saliendo a la banca en todos los juegos realmente no es opción para el técnico quien prefirió reorganizar el parado que darle una posibilidad al colombiano quien ciertamente no quiso trabajar en los primeros partidos de la temporada.

Hace algunas semanas hablábamos de que el Puebla era un equipo en construcción, pero tras el viernes habría que señalar que la obra sufrió un duro golpe, que algo se desprendió y que los trabajos se tuvieron que suspender para evaluar los daños y para reorganizarse, justo cuando se avecina la parte más dura del calendario con la visita a Tigres antes de la fecha FIFA de octubre, para regresar el viernes dieciocho ante Cruz Azul, visitar al Toluca el veintidós y recibir a las Chivas el veinticinco (que será el último duelo de la temporada en el Estadio Cuauhtémoc), antes de ir a San Luis el sábado dos de noviembre y cerrar en Tijuana el diez, todos duelos muy complicados porque son equipos que pasan por mejor momento.            

Perder contra Juárez significó que los fronterizos se colocaron a ocho puntos de la Franja en la tabla de cocientes, mientras que otros como San Luis se escapan; perder ante Juárez significó una mala imagen dentro y fuera de la cancha, perder ante Juárez significó frenar la obra de construcción que encabeza el “Chepo”, perder ante Juárez significa perder crédito ante la afición, pero, sobre todo perder ante Juárez ha vuelto a señalar a una directiva que se conformó, que se confío en que a pesar de las salidas de jugadores, algunos que llegaban hacían el trabajo. José Manuel de la Torre no acertó con los cambios, pero es con lo que cuenta en una plantilla que no ha sido debidamente reforzada, sobre todo en zonas que marcan la diferencia en los partidos. Cuando fue presentado de la Torre Menchaca insistió en la importancia de lograr que el Cuauhtémoc pesara, pero ese es un objetivo que no ha alcanzado: Sólo ha ganado dos juegos, ha empatado uno y ha perdido cuatro, con muchos errores repetidos de un partido al otro, por eso hoy es necesario decir que la peor entrada en la historia de la liga se produjo por una serie de factores incluyendo el hartazgo por la mediocridad.