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Deporte a Fondo | Contradicciones Poblanas

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La columna de Antonio Abascal

El Puebla de la Franja ya ganó en el torneo, lo hizo ante el hermano Mazatlán en un juego plagado de errores por parte de los dos contendientes y lleno de drama, donde el equipo de Ricardo Carbajal volvió a demostrar la falta de equilibrio de los anteriores partidos y la inconsistencia en su propio nivel, pero en el que encontró respuestas positivas a través de los buenos partidos de los mediocampistas Horacio Gabriel Carabajal y Pablo González, así como los buenos minutos de Fernando Navarro (aquejado de una luxación en el brazo), además de que sus dos delanteros adquiridos en el mercado de la nostalgia, Lucas Cavallini y Santiago Ormeño, marcaron gol lo que les ayudará a recuperar su confianza para lo que resta de este Clausura 2024.

Otra vez el equipo de Ricardo Carbajal empezó mandando en el juego, si bien el técnico hizo ajustes como retrasar a Diego de Buen a la defensa central para crear la línea de tres con Sebastián Olmedo y el infaltable Gastón Silva, dejando a la contención a Pablo González auxiliado en esa labor por Fernando Navarro, Kevin Velasco inició por izquierda, mientras que Carabajal quedaba atrás de Cavallini. Nuevamente el Puebla dictó condiciones, nuevamente creó oportunidades claras ante el marco del joven Ricardo Gutiérrez pero nuevamente falló de cara al gol. Mazatlán se asomaba poco y sin mucha sensación de peligro por lo que parecía un partido controlado; al minuto quince tras un tiro de esquina generado en una buena acción por izquierda que finalizó con un tiro centro que el guardameta Gutiérrez alcanzó a desviar para que no llegara Cavallini, cayó el gol camotero cuando tras cobrar en corto, Brayan Angulo envió un centro venenoso a la altura del área chica visitante donde el central Luis Olivas se vio sorprendido por el balón y no pudo evitar el contacto para vencer a su portero, era el gol que buscaba el Puebla pero lejos de dar tranquilidad con la ventaja nuevamente el cuadro de la Franja cedió la posesión de la pelota y lo pagó de inmediato cuando Alonso Escoboza se filtró por la banda izquierda, Olmedo llegó tarde en su recorrido lo que aprovechó Escoboza para mandar un centro con malas intenciones, al cierre fueron De Buen y Gastón Silva, pero el capitán del Puebla estiró el pie, contactó al balón y cambió su viaje a tal grado que pegó en el poste y se introdujo en la portería ante un desesperado Iván Rodríguez, era el segundo autogol del juego y nuevamente los locales recibieron un tanto en uno de los primeros avances del rival.

La tónica se repetía, el Puebla generaba buen futbol pero fallaba sus ocasiones y el rival mostraba una gran pegada para hacer pagar sus errores defensivos a la escuadra de la Franja. El gol mazatleco cayó por un recorrido tardío de Olmedo, por la desesperación de Diego de Buen y por la falta de comunicación por parte de Gastón Silva quien llegaba mejor perfilado para el despeje y no fue capaz de gritarle a su capitán. Tras el tanto en contra, Carbajal recompuso el parado volviendo a la línea de cuatro, adelantó a De Buen, cambió a Velasco a la derecha (donde se siente más cómodo), Carabajal se cargó a la izquierda, mientras que Navarro trató de ser el líder del mediocampo. Para ese momento, Carabajal ya había regalado destellos con varios cambios de juego efectivos y con pases filtrados a los movimientos de sus compañeros, así como desplantes técnicos que mostraron su visión de juego. Otra vez el Puebla fue un equipo peligroso que no encontró el premio del gol en el cierre del primer tiempo por lo que el descanso llegó con empate en el marcador y con abucheos por parte del público ya que la historia se repetía y el primer triunfo se negaba.

Hasta el viernes, los segundos tiempos del Puebla habían sido malos en comparación con el primer lapso, pero ante Mazatlán el equipo de la Franja ya fue capaz de sostener el ritmo, pese a ello la presión por la falta de triunfo era notoria, los jugadores empezaban a desesperarse, había algunos que querían hacer de más en la cancha y otros que no encontraban el rumbo del gol, las malas decisiones acompañaron esos primeros minutos y así se evitó hacer más daño. Pese a que a lo largo del juego el Puebla había hilvanado momentos de buen futbol, fue en una jugada sin peligro en la que encontró el gol de la ventaja, Fernando Navarro, cargado por la derecha, mandó un balón al área buscando a Lucas Cavallini pero el canadiense estaba en desventaja porque había dos centrales, sin embargo, Luis Olivas despejó mal y dejó la pelota a los pies de Cavallini quien ejecutó una buena volea para dejar sin oportunidad a Ricardo Gutiérrez y regresar la ventaja en el marcador a los locales, el canadiense festejó con toda la banca y su compañeros este gol que puede ser el del regreso de la confianza.

Siguieron buenos minutos poblanos, con un Pablo González participativo incluso en la elaboración de juego, con Carabajal más suelto y mostrando su buena técnica, Ricardo Carbajal movió sus piezas con el ingreso de Daniel Álvarez en lugar de Navarro y de Ormeño en sustitución de Cavallini, parecía que la victoria del Puebla estaba más cerca ya que Mazatlán no generaba mucho peligro salvo una jugada que terminó en un centro pasado donde Luis Olivas ganó a Gastón Silva (otra falla) pero su remate se fue tras besar el poste. Sin embargo, al conjunto local le faltó manejo de partido, al minuto 87 consiguió un tiro de esquina que se cobró al primer poste, hubo una serie de rebotes y los jugadores poblanos se quedaron reclamando una posible mano, el árbitro siguió la jugada y Pablo González no pudo cortar antes de que el balón botara lo que aprovechó Luis Amarilla para controlar y escapar por velocidad del propio González y de Ferrareis quien desesperado tuvo que cometer la falta por detrás para evitar el gol del empate, el brasileño fue expulsado por esta acción y se perderá, al menos, el partido contra Pumas del próximo domingo. Su falta significaba la posibilidad de evitar el empate pero al 88, Edgar Bárcenas ejecutó el tiro libre con maestría al ponerlo en el ángulo para desesperación del Puebla y de sus aficionados que veían que otro buen resultado se esfumaba.

Antes del gol mazatleco, Carbajal iba a realizar cambios y los mantuvo a pesar del resultado. Carabajal dejó su lugar a Lucas de los Santos (quien debutó en el torneo), el uruguayo fue al frente con decisión y abrió por la derecha a Kevin Velasco quien mandó un centro que parecía de rutina para Ricardo Gutiérrez, pero el arquero visitante chocó con su compañero, José Madueña y dejó la pelota libre en el área chica para que Santiago Ormeño reaccionara y la empujara al fondo para devolver la ventaja a los Camoteros que así recuperaron el alma. La anotación fue festejada por todo lo alto porque significaba los primeros tres puntos del torneo y por el anotador ya que Ormeño goza del cariño del público como quedó demostrado cuando ingresó al terreno de juego. El drama no terminó con el tanto de la Franja, Orona entró por Kevin Velasco (quien a diferencia de los partidos anteriores en este bajó de nivel ya que en varias jugadas no decidió bien) porque todavía hubo ocho minutos de reposición donde Mazatlán cargó el área poblana sin la claridad necesaria, aunque hubo una jugada en la que Olivas fusiló a Iván Rodríguez quien reaccionó con gran valentía para evitar el gol aunque en la jugada había fuera de lugar. Al final el Puebla pudo sostener la ventaja y llevarse tres puntos más que necesarios para no perder el tren del torneo, para recuperar confianza y para trabajar con más tranquilidad 

Al acabar el partido, Ricardo Carbajal fue al centro del terreno de juego para saludar uno por uno a sus jugadores, detalle que junto con la forma en la que se festejaron los goles de Cavallini y de Ormeño demuestran que al interior del grupo sigue habiendo cohesión, que los jugadores se sienten cómodos con Carbajal y su cuerpo técnico, más allá de que los resultados no habían llegado. Esta manera de conducirse del estratega poblano conecta con otra anécdota del viernes: El Puebla sub 23 también derrotó por 3-2 al Mazatlán en un juego que ganaba 2-0 en el primer tiempo, en el que los visitantes se quedaron con diez hombres y sin embargo fueron capaces de empatarlo en dos acciones puntuales luego de que los delanteros poblanos tuvieron dos ocasiones de frente ante el portero para finiquitar el compromiso, ya con el 2-2 una mano traducida en penalti que convirtió Daniel Aguilar significó la victoria para los locales, en ese juego debutó con la sub 23 el joven Iker Paredes de quien se hablan muy buenas cosas, una vez finalizado el partido Ricardo Carbajal (quien está presente en cada partido de esta categoría) se acercó a felicitarlo y le dio algunos consejos, eso habla de un técnico implicado en el trabajo de la institución, cercano con los canteranos y con un cuerpo técnico colegiado en el que participan muchas personas para definir las situaciones de las fuerzas básicas y del primer equipo.

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No obstante este equipo sigue siendo contradictorio: No juega mal por momentos, lo que intenta en la cancha resulta agradable, hay jugadores que dieron pasos al frente y que demostraron que pueden ser viables para la Franja, pero sigue buscando el equilibrio, sigue sin ser contundente en las áreas (la rival y la propia), juega bien con la pelota, pero sufre mucho cuando lo atacan ya que la defensa no ofrece garantías, carece de un líder que grite, que ordene y que mantenga la concentración para tratar de tapar los huecos que se producen con dos laterales tan ofensivos como Brayan Angulo y Gustavo Ferrareis. Esos siguen los retos para Carbajal: Encontrar el equilibrio en mediocampo para seguir siendo creativo, pero para que los rivales no lleguen tan fácil, al tiempo de mejorar los procesos defensivos porque el viernes con muy poco Mazatlán estuvo muy cerca de arrebatar parte de un botín que había trabajado el cuadro local. Los tres puntos darán tranquilidad para preparar el juego ante Pumas que abre una etapa de dos salidas consecutivas antes de viajar a Juárez, pero la falta de contundencia ofensiva no es la única problemática que se debe resolver, ya que si la defensa sigue con dudas no habrá manera de trascender en el torneo.

El Puebla de este Clausura 2024 es un equipo contradictorio porque sus momentos de buen futbol no son acompañados por la contundencia y sus dudas defensivas sí son castigadas, justamente en esa contradicción encuentra una coincidencia con su público. Sí, el público poblano es contradictorio: Pasó años atormentado por los descensos y el fantasma del cociente, pero ahora que ha encontrado la estabilidad, que incluso se ha convertido en un habitual en las liguillas, parece que añora los tiempos del rosario en la mano. De la misma manera es capaz de criticar a canteranos que debutan y cometen errores, pero justifica a extranjeros que todos los partidos se equivocan como Gastón Silva; la afición poblana siempre ha sido difícil y contradictoria, incluso con el Puebla de Manolo Lapuente que iba al campeonísimo de la 89-90, hoy su equipo ha llevado a la cancha esa característica: Vive en la contradicción.