Sicom opina con...
Deporte a Fondo | Ave Fénix
Publicado
hace 12 mesesPor
SICOM NoticiasLa columna de Antonio Abascal
El treinta de noviembre de 1956 un incendio acabó con el primer estadio de futbol profesional en Puebla; un incendio nocturno que nunca fue esclarecido acabó con el “Parque El Mirador”, el pequeño recinto de madera donde inició la historia del Puebla de la Franja. Eran meses oscuros para el equipo que soñó don Joaquín Díaz Loredo, los problemas económicos y el mal estado de las tribunas de “El Mirador” habían llevado a la directiva que en ese momento encabezaba Manuel Hidalgo a pedir un año de permiso para ausentarse a la Federación, tras arduas negociaciones el directivo consiguió que la Federación dejara regresar al Puebla en Primera División y se centró en darle salida a los futbolistas ya que con las ventas de Luis Septién, Mariano Fernández, Del Toro, Bragaña y Bonezzi se gratificó a los empleados del club, algunos otros eran dueños de su carta y a los Vicente González, Pito Pérez y Rivas se les regaló.
Joaquín Díaz Loredo ya trabajaba en el regreso cuando la noche del 30 de noviembre las llamas, que empezaron del lado de las tribunas que daban a la calle, dejaron a Puebla sin estadio y sin equipo de futbol. Las pérdidas se estimaron en unos trescientos mil pesos. Terminaba así la primera etapa en el ámbito profesional de un club que contra todo, a veces en contra de los propios poblanos, ha sido capaz de levantarse de sus cenizas.
La primera de ellas se dio ocho años más tarde cuando un grupo de jóvenes entusiastas encabezados por Manuel Sánchez Gómez, Leonardo Ortiz, Tomás Lamuño, Emmanuel Couttolenc y Rafael Durá conformaron una sociedad de ciento veinte mil pesos y firmaron un convenio con la directiva de los Pericos de Puebla para compartir el Estadio Ignacio Zaragoza (que se había inaugurado en 1952). El 19 de febrero de 1964, Guillermo Cañedo como Presidente de la Federación Mexicana de Futbol y Genaro Pérez González como Presidente de la segunda división anunciaron el regreso del equipo de la franja para jugar en la división de ascenso. Pasó seis años en ese circuito, generalmente como protagonista aunque sin lograr el sueño del ascenso hasta que el 12 de noviembre de 1970 la escuadra de Francisco González Gatica lo logro tras un torneo de promoción que organizó la Federación para ampliar el número de equipos en Primera División.
El torneo celebrado en la ciudad de México reunió al Curtidores, Naucalpan, Nacional y Puebla, el equipo de la Franja empató a dos con el primero, venció 1-0 al segundo y repitió marcador ante el tercero con el tanto de Gervasio Quiroz que puso fin a catorce años de ausencia en Primera División. Ignacio Sánchez Carbajal, Carlos Sánchez, Alejandro López, Jorge Negrete, Armando Vargas Rebollo, Rafael Padilla, Fernando Zamora, Gervasio Quiroz; Luis Enrique Fernández, Agustín “Botas” Pérez y Alfonso Sabater fueron los once que colocó en la cancha González Gatica. Hubo una multitudinaria recepción por las calles de la Angelópolis hasta llegar al zócalo donde tomaron la palabra el Presidente Municipal, Carlos Arruti, el contador Rafael Moreno Valle Sánchez (qepd) quien en ese momento era el Presidente de la junta directiva, así como González Gatica quien dijo: “Sabíamos muy bien la gran responsabilidad que teníamos, pero detrás del corazón que pusieron los jugadores estaban ustedes, nuestro público, que rompió la vieja barrera de la indiferencia”.
Vinieron los difíciles años de consolidación durante los años setenta, los duelos contra el América, los goles de Manolo Lapuente, los de Berna Brambila, los de Silvio Fogel, goles que sirvieron para edificar una afición ya en un nuevo escenario, el Estadio Cuauhtémoc. Cada equipo setentero fue construido con mucho esfuerzo por parte de las directivas, hubo mucho sufrimiento, alguna salvación in extremis, pero cada versión poblana significó un granito para ir haciendo afición hasta que al Puebla lo compró el empresario Jorge Suárez quien apostó muy fuerte, llegaron las grandes contrataciones encabezadas por Pirri y Asensi, un timonel brasileño como Dino Sani (campeón del mundo como jugador con Brasil en Suecia 58) y aunque el protagonismo no llegó en la liga sí hubo otro impulso a la internacionalización al jugar gira por España, al ir al homenaje en Barcelona para Asensi, así como jugar en Puebla ante la selección española y el Atlético de Madrid; parecía que la idea podía crecer hasta que la devaluación de 1982 fue un duro golpe: Suárez tuvo que vender, la franquicia parecía viajar a Veracruz, pero el Gobierno del Estado de Guillermo Jiménez Morales intervino para comprar al equipo y formar un patronato.
De la casi desaparición al primer campeonato de liga, tantas veces relatado, otra vez la figura del ave fénix (ese animal mitológico de los griegos que se regenera de las cenizas de su predecesor) cabe para el Puebla, el equipo que se rehízo del incendio de “El Mirador” para regresar a Primera División, para consolidar una afición, y luego al borde de la desaparición se quedó para ser campeón y abrir la época de más bonanza para el club https://www.youtube.com/watch?v=xsgN7vJK9CI&t=192s, ganando dos copas México https://www.youtube.com/watch?v=VNbZfLj4wfk&t=69s, otro campeonato de liga, el título honorífico de campeonísimo https://www.youtube.com/watch?v=Pt5iuZX4Bps, un subcampeonato https://www.youtube.com/watch?v=_SuIOU6sCs0&t=26s y varas clasificaciones a la liguilla de forma consecutiva porque esas versiones poblanas retaban a los grandes y el Estadio Cuauhtémoc era un escenario donde sufrieron todos los poderosos.
Justamente tras el subcampeonato de la 91-92 (logrado con la gran dirección técnica de Manolo Lapuente), con un equipo muy esforzado, encabezado por Ruiz Esparza y las dosis de calidad de Poblete, Larios y Zico) vino otro golpe. En este caso asestado desde el poder y desde las oficinas de una televisora para recuperar la Federación Mexicana de Futbol que manejaban con ideas refrescantes Paco Ibarra (qedp) y el poblano Emilio Maurer. Se cerró el Cuauhtémoc con el pretexto del sobrecupo en la liguilla y en cada escenario que jugaba el Puebla se negaba para el siguiente compromiso hasta que la directiva vendió. Los años siguientes fueron muy duros: Desinterés total, hasta que la familia Abed compró al club como parte de una negociación con el gobierno del estado.
La administración de los Abed significó cambio de colores, de mote, de escudo, alguna buena campaña, pero la lucha con el cociente (esa idea que había aprobado Emilio Maurer para definir el descenso) fue habitual, al terminar el sexenio de Manuel Bartlett Díaz el equipo fue vendido a dos poblanos triunfadores en los negocios Francisco Bernat Cid y Enrique Regordosa quienes sufrieron un descenso como parte del derecho de piso de llegar al mundo del futbol https://www.youtube.com/watch?v=y3krHGV4Mys&t=38s. Puebla no pisó la entonces llamada Primera “A” debido a la compra de la franquicia de Unión de Curtidores, pero una desavenencia entre los socios provocada por el cambio de director técnico ya que Regordosa pugnaba por mantener a José Mary Bakero y Bernat ya quería modificar terminó con la salida del primero, al igual que Bakero. Bernat se quedó años con el equipo en el que nunca faltó inversión pero nunca hubo un proyecto y eso significó la llegada de nombres rimbombantes que en lo general quedaron a deber con la Franja: Luis García Postigo, Jorge Campos, Mauricio Serna, Roberto Trotta, Héctor Adomaitis y Sergio Vázquez encabezan una larga lista. Un nuevo descenso https://www.youtube.com/watch?v=tRIl3HuZKZI, esta vez sin compra de franquicia, obligó al Puebla a visitar la Primera “A” donde se apostó por la unidad: Emilio Maurer se sumó a la directiva, se trajo a una gloria como Jorge Aravena a la dirección técnica en busca de un ascenso inmediato.
Pese a calificar a la liguilla, Aravena renunció tras el primer partido ante Chivas- Coras, otra gloria poblana, Paúl Moreno, se hizo cargo del timón y el equipo se coronó en Oaxaca https://www.youtube.com/watch?v=q5Uf6dnJadc. El primer pie ya estaba en el máximo circuito, pero el segundo nunca llegó, malas decisiones, contrataciones fallidas como las de Carlos María Morales, otro cambio en la dirección técnica apostando por Carlos Bracamontes y luego otro movimiento para recibir la asesoría de César Luis Menotti fueron factores para el fracaso, el Puebla perdió la final de ascenso ante los Gallos Blancos del Querétaro https://www.youtube.com/watch?v=bK4q6yij0fY. Parecía el golpe definitivo, Francisco Bernat ya no quería seguir, pero tuvo que continuar por una serie de compromisos, por primera vez no hubo inversión y se apostó todo a los jóvenes de fuerzas básicas y a su entrenador, José Luis Sánchez Solá, lo que se le pedía era no descender a segunda, pero como otras tantas veces, de la idea de no descender se pasó al campeonato de un torneo y de ahí a una nueva final de ascenso que ahora sí se ganó ante Dorados https://www.youtube.com/watch?v=5IVPy7fjLpQ&t=419s. Una vez el Puebla resurgió de sus cenizas.
El camino en Primera División no ha sido sencillo, Bernat perdió al equipo, hubo más directivas con Henaine y luego los López Chargoy quienes dieron una copa a las vitrinas del club https://www.youtube.com/watch?v=MZXlSzX_iv8, así como la primera participación en Copa Libertadores https://www.youtube.com/watch?v=MReDRjYsgSI, pero el fantasma del cociente nunca se fue hasta que otros directivos ligados al Ajusco en la Ciudad de México se hicieron con el control del equipo. Ha sido una directiva duramente criticada que sin embargo le ha dado estabilidad a una organización que en casi treinta años se había olvidado del significado de esa palabra. Las liguillas han regresado aunque sólo se ha pisado una vez las semifinales (en el Clausura 2021), pero justamente la idea del ave fénix es aplicable al Puebla de la Franja de Ricardo Carbajal que esta semana arrancará su aventura en la liguilla frente a los poderosos Tigres que defienden su campeonato.
Un mal arranque de torneo, una mala imagen a nivel internacional, la molestia de la afición, críticas a la directiva por su mala planeación al dejar ir jugadores de mucho peso y todavía perder ya iniciado el Apertura 2023 al capitán Mancuello parecían ser la tumba de la escuadra; a eso hay que sumarle la fallida contratación de Gerardo Espinosa como relevo en la dirección técnica y lo que parecía ser una derrota en la mesa por alineación indebida de un miembro del cuerpo técnico. Pero a partir de ese momento cuando en la cancha se venció con claridad a Tijuana, la lógica se impuso, Ricardo Carbajal le dio orden al equipo en la cancha, recuperó a varios futbolistas y los resultados se empezaron a dar para meter en la pelea a un equipo que peleaba con la falta de credibilidad.
Otra vez el juego de Tijuana fue clave porque la directiva del Puebla, esa tan criticada, se atrevió a ir donde ningún otro club mexicano había llegado para demostrar que los procedimientos de la Federación no eran los adecuados. Contra todo pronóstico la directiva poblana ganó el caso, recuperó los tres puntos y el equipo respondió en la cancha con un gran cierre con victorias en Toluca, ante León en el Cuauhtémoc y el Azteca ante Cruz Azul. De estar en los últimos lugares, la Franja escaló posiciones para finalizar en sexto lugar y ni siquiera requerir el repechaje, ahora pomposamente llamado play-in (mismo que sí jugaron equipos que cuentan con mayor inversión como Santos y León, sin dejar de mencionar que otros como Toluca y Cruz Azul ni siquiera se metieron). Ese equipo mal armado, ese equipo que dejó ir jugadores importantes está en la liguilla y buscará sorprender al campeón. Por lo pronto la escuadra de Ricardo Carbajal ha hecho honor a la historia del club: El Puebla es el ave fénix del futbol mexicano.