Reconocen que las viviendas serán más pequeñas en comparación con su anterior casa, pero se dicen tranquilos por tener la certeza de un inmueble, y sobre todo porque continuarán viviendo juntos, en familia.
Miriam Espinoza
Emocionadas, familias damnificadas por la explosión de un ducto de gas en San Pablo Xochimehuacán la madrugada del 31 de octubre monitorean el avance de la construcción de sus viviendas.
Con metro en mano, y sin importar las altas temperaturas, verifican que los inmuebles se ubiquen en el rango de su propiedad.
Reconocen que las viviendas serán más pequeñas en comparación con su anterior casa, pero se dicen tranquilos por tener la certeza de un inmueble, y sobre todo porque continuarán viviendo juntos, en familia.
En el sitio se observa a un número importante de trabajadores en distintas labores y obras que se reportan desde la colocación de los cimientos, las casas en obra negra y otras ya en fase de revocado.
En el sitio de construyen 28 viviendas en el mismo predio de las familias que resultaron afectadas.
