Los fertilizantes desempeñan un papel clave en los sistemas alimentarios, ya que el 50 % de la población mundial depende de productos agrícolas que se producen con la ayuda de abonos minerales.
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Las Naciones Unidas expresan su satisfacción por la donación de 260 mil toneladas métricas de fertilizantes rusos almacenados en los puertos y almacenes europeos, que servirán para aliviar las necesidades humanitarias y evitar la pérdida de cosechas en África, donde actualmente es la temporada de siembra.
El primer cargamento de 20 mil toneladas métricas saldrá a partir de hoy de los Países Bajos con destino a Malawi vía Mozambique. El buque fletado por el Programa Mundial de Alimentos es el primero de una serie de envíos de fertilizantes destinados a otros países del continente africano que se efectuarán en los próximos meses.
Los fertilizantes desempeñan un papel clave en los sistemas alimentarios, ya que el 50 % de la población mundial depende de productos agrícolas que se producen con la ayuda de abonos minerales. Desde 2019, los precios de los fertilizantes han aumentado un 250 %, lo que ha producido una “crisis de fertilizantes” que está sacando a los agricultores de la producción, especialmente a los pequeños agricultores del mundo en desarrollo.
La escasez de fertilizantes nitrogenados este año podría provocar una pérdida de producción el próximo año de 66 millones de toneladas de cultivos básicos (maíz, arroz y trigo), suficiente para alimentar a 3 mil 600 millones de personas, casi la mitad de la humanidad, durante un mes.
El Secretario General, António Guterres, indicó que la reactivación de los mercados de fertilizantes representa “un paso fundamental para garantizar la seguridad alimentaria mundial para 2023” y que “las Naciones Unidas seguirán haciendo todo lo posible, con todas las partes, para lograr este objetivo”.
