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Internacional

Ante un laborismo dividido, Starmer busca demostrar que tiene madera de líder

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Criticado habitualmente por su falta de pasión, Starmer se juega mucho con este discurso, y algunos en la cúpula del partido creen que está arriesgando su mandato. 

AFP por Martine PAUWELS

Brighton, Reino Unido.- El líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, quiere convencer el miércoles a sus militantes de que tiene madera de dirigente y puede llegar al poder, desmarcándose de la línea muy izquierdista de su predecesor, a riesgo de suscitar fuertes tensiones internas.

Debido a la pandemia, es la primera vez desde que se convirtió en líder de la formación en abril de 2020 que habla en persona a las bases en su conferencia anual, organizada en Brighton, en el sur de Inglaterra.  

En un discurso de clausura que despierta grandes expectativas, este exabogado de 59 años debe presentar su visión para el Reino Unido. 

Espera acallar a quienes le achacan una pésima comunicación, cuando aspira a superar una larga lista de derrotas electorales, entre ellas la debacle de 2019, su peor resultado en 85 años.

Starmer ambiciona llegar al poder en las legislativas de 2024, imponiéndose a los conservadores de Boris Johnson, aupados hasta ahora por el Brexit pero recientemente enzarzados en una crisis de carburante y de falta de aprovisionamiento en los supermercados, exacerbada por la salida de la Unión Europea.

Frente a un gobierno conservador “desubicado”, Starmer asegura que su partido puede “remontar” y hacer frente a los grandes retos económicos, climáticos, de empleo y sanitarios, según un extracto de un discurso de marcada línea centrista.  

“Con demasiada frecuencia en la historia de este partido, nuestro sueño de una sociedad buena se ha enfrentado a la creencia de que no vamos a gestionar una economía fuerte”, pero “bajo mi dirección, estamos comprometidos con ambas cosas”. 

“Boris Johnson está empezando a perder su brillo. Hay serias dudas sobre la competencia del gobierno y su capacidad de ejecución. Esta grave situación necesita un líder serio, y ese es Keir Starmer”, dijo un portavoz laborista. 

MAL MOMENTO PARA LA IZQUIERDA

Tras más de diez años de gobiernos conservadores y un año y medio de pandemia, Starmer podría tener vía libre. 

Pero esta conferencia, que se presentaba como el momento para que se reafirmara con líder, ha dado sobre todo lugar a las luchas internas.   

Starmer se lleva mal con el ala izquierda del partido, que se ha mantenido fiel a su predecesor Jeremy Corbyn. 

Mucho más al centro, Starmer se enemistó con ellos al renunciar por ejemplo al compromiso de nacionalizar a los gigantes de la energía.  

Estas tensiones culminaron el lunes con la dimisión de un miembro de la cúpula laborista, Andy McDonald, con el pretexto de un desacuerdo sobre el nivel del salario mínimo, pero denunciado por los aliados de Starmer como un intento de “sabotaje”.  

Así, Owen Jones, militante de la izquierda y columnista, sólo espera que el líder anuncie su dimisión, porque, según dice a la AFP, Starmer está fracasando “de forma lamentable a la hora de achacar la responsabilidad de cualquier problema (a los conservadores) en medio de una crisis nacional”. “Es una abdicación total”, sentencia.

“GANAR” MÁS QUE UNIR

Su primer año y medio como líder laborista no ha sido un camino de rosas. Heredó, en pleno confinamiento, un partido indeciso sobre el Brexit y su posicionamiento político, sumido en acusaciones de antisemitismo crónico y lastrado por la debacle electoral. 

Criticado habitualmente por su falta de pasión, Starmer se juega mucho con este discurso, y algunos en la cúpula del partido creen que está arriesgando su mandato. 

Pero para él, lo principal es “ganar” las próximas elecciones en lugar de unificar a la formación, como ha dicho en entrevistas televisivas. 

“Fuimos a las últimas elecciones con un programa que fue abiertamente rechazado por los votantes, no podemos volver a hacerlo”, afirmó.  

Liz Hinde, gerente de un pub de Aylesbury, al noroeste de Londres, que asiste a la conferencia, se mostró de acuerdo con esta línea, marcada por un enfoque más favorable a las empresas, incluida la promesa de eliminar los impuestos locales para los negocios afectados por la pandemia.  

“Con Starmer, los laboristas reconocen ahora que las empresas son un socio en la economía y la sociedad”, afirma. 

mpa/acc/es

© Agence France-Presse