La columna de Andy Casco
Dicen que la magia está en la mente del espectador, no en las manos del ilusionista, pero también está en esos pequeños actos de bondad que generan emoción sobre todo a los más pequeños.
La magia, el ilusionismo y la diversión se reúnen en un sólo lugar, también las risas más genuinas de niñas y niños.
El pasado fin de semana más de 40 menores de la Casa de la Niñez del Sistema Estatal DIF, pudieron acudir al circo, si para todos y todas nosotros incluso en la edad adulta resulta una gran atracción, imaginen lo que puede representar para ellos y ellas quienes en su mayoría nunca había acudido a un espectáculo de este tipo.
Bastaba ver el brillo en sus ojos para saber que el momento era por demás divertido.
Además de ver a las y los mejores trapecistas, contorsionistas, malabaristas, actores del mundo y bailarines con presentaciones al estilo Broadway y Las Vegas, no dejaban de disfrutar cada detalle que ahí se observaba, movimientos, sonidos y efectos, bajo esta carpa circense se incorporan elementos escénicos y tecnológicos acorde a los cánones contemporáneos, para brindar un impresionante show de luces.
Uno de los momentos más especiales fue cuando el ilusionista Marco Strapazzon (quien logró la invitación a las y los menores) agradeció a los pequeños su asistencia, externando que son capaces de cumplir sus sueños, al mismo tiempo en el que agradeció su visita.
Sin duda, vivieron una tarde llena de fantasía y muchas sorpresas, pero además el recuerdo que se queda en la memoria de los pequeños, pero también para aquellos que pudimos ver reflejada la alegría en su rostro.
¿Nos leemos el siguiente lunes? @Andy_ Casco.
