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Andando A Pie | La luz del retorno, lo efímero de la vida
Publicado
hace 1 mesPor
SICOM NoticiasSicom Opina Con… Andrea del Pilar Casco Meneses
“Niña, cuando yo muera
No llores sobre mi tumba
Cántame un lindo son, ¡ay, mamá!
Cántame “La sandunga”…
Por su inigualable color, su indescriptible aroma, su forma única y por su manera simple de provocar un cúmulo de sentimientos desbordados, por eso y mucho más el Cempasúchil es un ícono de la cultura mexicana.
En nuestro país esta flor juega un papel fundamental en la celebración que busca honrar a nuestros antepasados a través de la creación de altares, tapizando las tumbas en los panteones, guiando a las almas para volver, convirtiéndose en la luz del retorno.
En el municipio de Atlixco hombres y mujeres dedicados al campo, están listos para la cosecha de la flor de temporada, pese a las intensas jornadas bajo los rayos del sol.
La tierra se dispone desde el mes de julio para preparar los exquisitos tonos purpura, amarillo y anaranjado de la flor de muerto para el otoño.
“No me llores, no
No me llores, no
Porque si lloras yo peno
En cambio si tú me cantas”…
Pero si de colores se habla, no puede dejar de mencionarse, el intenso purpura de la Flor de Terciopelo, que tiene una función principalmente ornamental, sus tonos crean una excelente combinación a lado del Cempasúchil, aunque en realidad significa para la comunidad católica el luto.
Las flores decorativas en la ofrenda del día de muertos son un recordatorio para los vivos de lo efímera que es la vida, pero también la importancia de su producción, Puebla es el Estado con más hectáreas dedicadas a la siembra de estas, en alrededor de 45 municipios, logrando más de mil 557 hectáreas.
Llega entonces, una de las mejores temporadas para las y los productores. El ambiente huele a cempasúchil, a terciopelo, a incienso y azúcar, pero sobre todo a miles de recuerdos que se acompañan de música que lo describe todo como “La Martiniana” de la autoría del compositor y escritor oaxaqueño Andrés Henestrosa, quien la dedicó a su madre.
Yo siempre vivo y nunca muero
En cambio si tú me cantas
Yo siempre vivo y nunca muero.