Contáctanos

Sicom opina con...

Andando a Pie | El cempasúchil y el terciopelo anuncian el momento de volver

Publicado

La columna de Andrea del Pilar Casco Meneses 

Las leyendas prehispánicas relatan que los búhos, los cuervos y a veces los colibrís, nos dicen cuando hay que partir, pero es el cempasúchil el que anuncia el momento de volver.  

Llega entonces, una de las mejores temporadas para las y los productores de flor.

En Santa María Xixitla ubicada en el municipio de San Pedro Cholula, hombres y mujeres dedicados al campo, pasan largas jornadas bajo los rayos del sol recolectando la flor de la temporada, comenzó el corte del Cempasúchil y de la Celosia.

La tierra se dispone desde el mes de julio a brotar los exquisitos tonos de purpura, de amarillo y anaranjado de la flor de muerto. 

Desde temprana hora en campos de cultivo comienzan a formarse los rollos o maletas de estas flores, para comercializar en otros puntos de nuestro país donde la demanda los aclama, Hidalgo y el Estado de México, sólo por mencionar algunos.

“Dependemos del tiempo, que no, nos caiga una helada, un aguacero, ahorita está bien la flor, que hagamos unos centavos, nada más es de cada año”, dijo Don Francisco. 

Espera recolectar de 200 a 250 rollos de la flor de los veinte pétalos y comercializarla por un precio que oscila en los 30 y los 40 pesos, es una realidad el precio es poco justo comprado con el esfuerzo que se requiere.

“Si se dan cuenta cuesta mucho para cortar esto, a ese precio no es un negocio, esperemos que llegue a 50 0 70 pesos”.

La flor es noble y brinda ciertas alegrías a quien la adquiere, pero también obliga a quienes la cortan a su máximo cuidado por su fragilidad.

No sólo se trata de una labor de campo, si no del ejemplo de las pasadas generaciones, trabajo familiar que se hereda conforme avanzan los años y que se convierte en el único sustento, afortunadamente Puebla goza de un suelo privilegiado para su crecimiento.

Los surcos son el camino entre las flores y estos ejemplares a su vez colocados en los altares de las familias mexicanas dirigirán el camino el camino desde el Mictlán, exudando el aroma tan emblemático que trae consigo la flor de los 20 pétalos y la flor del amor como también se le conoce al terciopelo.

Son las flores que guían el camino de las almas de nuestros seres queridos, que permiten que lleguen a nosotros y podamos estar juntos una vez más. 

Dicen que nosotros los mexicanos no morimos, sólo  cambiamos de casa, de cuerpo y cada año volvemos guiados por el Cempasúchil y el terciopelo.