En lo que va de año, las fuerzas de seguridad israelíes han matado al menos a 126 palestinos en Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental. Entre ellos había 21 niños y una niña.
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El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió que la violencia en la Cisjordania ocupada corre el riesgo de descontrolarse, alimentada por una “retórica política estridente” y una escalada en el uso de armamento militar avanzado por parte de Israel.
Las fuerzas de seguridad israelíes llevaron a cabo una serie de ataques aéreos contra el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada, con armamento “generalmente más usado para ataques que para una operación de mantenimiento del orden”, dijo el Alto Comisionado en un comunicado.
Türk recordó que el derecho internacional exige a las autoridades israelíes que garanticen que todas las operaciones se planifiquen y ejecuten para reducir al mínimo el uso de fuerza letal.
Tras la incursión de Yenín, cuatro colonos israelíes fueron asesinados por dos palestinos armados cerca del asentamiento israelí de Eli, en Cisjordania ocupada. El Alto Comisionado se mostró consternado por el hecho de que algunos palestinos celebraran tales asesinatos.
“Estos últimos homicidios y la violencia, junto con la retórica incendiaria, sólo sirven para llevar a israelíes y palestinos a un abismo más profundo”, afirmó Türk.
En lo que va de año, las fuerzas de seguridad israelíes han matado al menos a 126 palestinos en Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental. Entre ellos había 21 niños y una niña.
“Para que termine esta violencia, debe terminar la ocupación”, afirmó Türk.
