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Cultura

Abordan, en conferencia, los simbolismos de fertilidad y usos de los moluscos entre los mexicas

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Además de servir como alimento, contribuyeron al desarrollo de diversas sociedades mesoamericanas.

Sicom Noticias

El simbolismo que se le atribuyó en la cosmovisión mexica y, probablemente, en la de otros pueblos de Mesoamérica, al uso y confección de objetos hechos de concha, está relacionado con la fertilidad de la tierra y del hombre, expuso el profesor investigador en Museo del Templo Mayor (MTM), Adrián Velázquez Castro.

Durante su participación en el ciclo de conferencias “La arqueología hoy”, organizado por El Colegio Nacional, el especialista detalló que en los códices Vaticano y Telleriano-Remensis, la Luna es representada con un caracol en la espalda para indicar que, así como el gusano sale de ese hueso-concha, el hombre sale del útero de su madre.

“Entonces, vemos que las conchas forman parte de sus peticiones de fertilidad, ya no nada más de la tierra sino extensivas a la fertilidad humana, al comparar al caracol con el útero femenino”, afirmó al dictar la ponencia Conociendo el pasado a través de los materiales arqueológicos de concha.

El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dependencia de la Secretaría de Cultura federal, agregó que dicho simbolismo también se encuentra en las representaciones de los guerreros prehispánicos, quienes portan atributos de concha por el carácter fertilizante con que se les concebía, así como en las de los sacerdotes.

“Las conchas formaban parte de las peticiones de fertilidad, por ejemplo, hay un fragmento de mural teotihuacano donde tenemos a un sacerdote sembrador con una vírgula florida, en la cual vemos unas almejas y caracoles”, expuso.

Velázquez Castro describió que los moluscos, además de servir como alimento, contribuyeron al desarrollo de las sociedades mesoamericanas desde tiempos remotos.

“Sus exoesqueletos calcáreos fueron ocupados para manufacturar distintos artefactos, algunos usados como instrumentos de trabajo y otros para uso ornamental o para el culto religioso”.

Ya sea por su forma o color, dijo, algunas conchas eran apreciadas, lo que generó una especialización para obtenerlas, a pesar de que tuvieran que trasladarse desde sus lugares de origen a sitios muy distantes, por lo que también comenzaron a usarse como medios de cambio o monedas primitivas.

“En el caso de Mesoamérica sabemos que, tanto los mayas como los mexicas empleaban cuentas de conchas rojas en sus transacciones comerciales, de acuerdo con lo indicado por las fuentes históricas”, afirmó.

Finalmente, mencionó que la manufactura de ornamentos y piezas rituales fue una actividad desarrollada por gente especializada, quienes invertían gran cantidad de tiempo para su elaboración.

Por su parte, el coordinador del ciclo de conferencias e investigador del INAH, Leonardo López Luján, hizo un recuento de los numerosos organismos marinos hallados en la Ofrenda 126 del Templo Mayor de Tenochtitlan: corales, equinodermos, endoesqueletos de estrellas de mar y piezas talladas de concha, entre otros.

Recordó que, a lo largo de los años, en las excavaciones del Proyecto Templo Mayor que está a su cargo, y del cual abrevan tanto las salas de exhibición como las bodegas de materiales del MTM, este tipo de animales se han encontrado en 20 diferentes depósitos rituales.