Tom Andrews asegura que el ejército de ese país derrocó ilegalmente al gobierno civil y procedió a atacar al pueblo de birmano cometiendo los crímenes de asesinato. asalto y detención arbitraria.
Redacción
La junta militar en Myanmar es ilegal, ilegítima y responsable de violaciones generalizadas y sistemáticas de derechos humanos contra manifestantes pacíficos y no violentos, y debe rendir cuentas, asevera un informe del relator especial de la ONU sobre la situación de las garantías fundamentales en ese país.
Tom Andrews asegura que el ejército de Myanmar derrocó ilegalmente al gobierno civil y procedió a atacar al pueblo de birmano cometiendo los crímenes de asesinato. asalto y detención arbitraria.
La junta también desmanteló sistemática e ilegítimamente las protecciones legales del pueblo, instalando nuevas leyes que eliminan las protecciones básicas de la libertad de expresión, la libertad de reunión y asociación y la privacidad. El informe también describe cómo los militares han desplazado por la fuerza a varios miles de miembros de minorías étnicas de sus hogares desde el golpe.
“Si bien el futuro de Myanmar lo determinará su pueblo, la comunidad internacional debe actuar con urgencia y decisión para apoyarlo”, dijo el experto.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne este viernes para discutir la situación en Myanmar.
El relator instó a los miembros del órgano a que consideren la implacable brutalidad que se está presenciando en el país y a que adopten medidas decisivas y unificadas contra la junta militar, incluidas sanciones selectivas, un embargo de armas y una remisión a la Corte Penal Internacional para investigar y enjuiciar las atrocidades cometidas desde el golpe de estado del 1 de febrero y las cometidas contra grupos étnicos en años anteriores.
