Alrededor del mediodía, el sol contribuye al aumento de la temperatura, lo que provoca que las y los poblanos terminen con la pieza de ropa más ligera que puedan.
Andrea Casco
Bien dice el refrán: “enero y febrero loco; marzo, otro poco”, y es que los cambios bruscos de temperatura no dan tregua.
Por la mañana se siente un frío excesivo, característico del invierno, que hace que las personas utilicen chamarras, gorros y hasta guantes.
Pero alrededor del mediodía, el sol contribuye al aumento de la temperatura, lo que provoca que las y los poblanos terminen con la pieza de ropa más ligera que puedan.
Mientras algunos piensan que estos cambios son normales, otros aseguran que se debe completamente al cambio climático que nosotros mismos provocamos a nuestro planeta.
