Louise Wateridge explicó que tienen materiales para refugiar a la gente esperando en la frontera de Gaza desde hace seis meses, pero que dadas las limitaciones que impone Israel, han tenido que priorizar la entrada de comida.
Sicom Noticias
“Gaza debe ser uno de los lugares más desgarradores del mundo para los humanitarios”, dijo una portavoz de UNICEF que acaba de volver de la Franja, donde el invierno está añadiendo más miseria a una vida de “miedo, privación total y sufrimiento inimaginable” para los niños.
“Cada pequeño esfuerzo por salvar la vida de un niño se deshace por la devastación feroz”, dijo Rosalia Bollen, recordando que más de 14.500 niños han sido reportados muertos y miles más heridos.
“La semana pasada, conocí a Saad, un niño de cinco años. Perdió la vista en el bombardeo de su casa y sufrió una lesión en la cabeza, con una fractura de cráneo, y quemaduras graves por todo el cuerpo. Cuando hablamos de lo que pasó me dijo: “Mis ojos se fueron al cielo antes que yo”. Mientras hablábamos, un avión pasó por encima. Se congeló, gritó y se aferró a su madre. Ver a este niño, que se quedó ciego recientemente, en un estado de angustia tan profundo fue francamente insoportable”, dijo Bollen, asegurando que estas historias le “atormentarán para siempre”
“Una sociedad entera aquí se ha convertido en un cementerio. Más de dos millones de personas están atrapadas, sin poder escapar. Sus necesidades básicas siguen siendo negadas. Cada camino que intentan tomar parece llevar a la muerte”, dijo, por su parte, la oficial de Emergencias de UNRWA.
Louise Wateridge explicó que tienen materiales para refugiar a la gente esperando en la frontera de Gaza desde hace seis meses, pero que dadas las limitaciones que impone Israel, han tenido que priorizar la entrada de comida.
La oficial de Emergencias denunció que UNRWA, la principal agencia en la Franja, no tiene acceso a Rafah, en el sur, desde mayo y tampoco puede llevar ayuda al norte asediado desde hace 75 días.
