Es crucial que los usuarios adolescentes sean supervisados, ya que los contenidos impactan la salud mental.
Andrea Casco
Un “like”, un “comentario” o un “compartir” pueden parecer simples acciones, pero para algunos usuarios son vitales. El uso de redes sociales es un hábito relativamente nuevo, pero en la actualidad forman parte del día a día en la sociedad, y es difícil desapegarse de ellas.
¿Qué las hace tan adictivas? La tecnología recopila nuestros gustos, búsquedas y otros datos, como la ubicación o fechas, con el fin de ofrecer información que refuerza el contenido generado por las redes. Esto puede generar una sensación de aislamiento del mundo real, contribuyendo al desarrollo de trastornos mentales.
Los casos de ansiedad o depresión causados por el uso excesivo de dispositivos electrónicos están en aumento. Los especialistas sugieren que el cerebro no tiene la capacidad para diferenciar lo que es real de lo que es falso en este contexto.
Es crucial que los usuarios adolescentes sean supervisados, ya que los contenidos impactan la salud mental.
Estos refuerzan el narcisismo, las expectativas sobre el nivel de vida, el consumo y el estado de ánimo, lo que puede incrementar la prevalencia de trastornos psiquiátricos, como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.
