Para mitigar el problema, trabajadores del Sistema de Limpia, conocidos como “naranjitas”, realizaron labores de saneamiento en las áreas afectadas.
Juan Pablo Ramírez
La presencia del comercio ambulante en el Centro Histórico de Puebla continúa generando preocupaciones, no solo por la saturación de las aceras, sino por la acumulación diaria de basura que deja a su paso.
Cada mañana, las banquetas de las principales calles del Centro Histórico amanecen con grandes cantidades de desechos, lo que ha convertido a la zona en un foco de infección. La acumulación de basura genera fétidos olores y propicia la presencia de fauna nociva, lo que afecta la movilidad y la salud de quienes transitan por la zona.
Ante esta situación, algunos peatones han optado por caminar sobre el arroyo vehicular para evitar pasar entre los desechos, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Acciones de limpieza
Para mitigar el problema, trabajadores del Sistema de Limpia, conocidos como “naranjitas”, realizaron labores de saneamiento en las áreas afectadas. Sin embargo, el problema persiste debido a la constante generación de residuos por parte de los vendedores informales y la falta de una solución integral que regule esta actividad.
El comercio ambulante sigue siendo un tema de debate en la capital poblana, pues si bien representa una fuente de ingresos para muchas familias, su impacto en el entorno urbano plantea desafíos que requieren la intervención de las autoridades.
Se espera que las medidas de limpieza y regulación se refuercen para garantizar un espacio público más limpio y seguro para los habitantes y visitantes del Centro Histórico.
