Sicom Opina Con… Andrea Casco
¿Hace cuánto que no lleva zapatos a reparar? ¿Prefiere adquirir un nuevo par? o ¿Simplemente el material de estos no soportaría una reparación?.
Don Daniel se dedica a la reparación de calzado, un oficio que pareciera estar en peligro de extinción.
Él, es la cuarta generación de zapateros en su familia, eran 21 y actualmente sólo quedan 3.
Tiene más de 29 años con su reparadora de calzado en la Colonia Santa Cruz los Ángeles.
Menciona que una de las principales limitantes es que el calzado que se utiliza hoy en día está diseñado para ser desechado en poco tiempo, por lo que las personas suelen comprar un nuevo par de zapatos antes que repararlos.
Es una realidad, al existir menos zapateros en ocasiones la demanda de clientes también es mayor respecto a la clientela.
Dicen que en la vida hay que tener un buen abogado, un médico y un mecánico pero a esta lista tan selecta podría agregar un zapatero bien hecho y a buen costo.
A Don Daniel Laredo, lo conocí hace unos años por azares del destino, en aquél momento me dijo que tenía que dividirse entre su trabajo y el cuidado de su mamá, quien permanecía en el hospital por complicaciones de diabetes, hace unos días falleció.
Después de sincerarse conmigo y soltar algunas lágrimas, Don Daniel me agradeció porque sin saberlo, forma parte de una hermosa tradición familiar que a veces pasa desapercibida pero que es útil, pulcra y delicada. Y esa también es la hermosura de la cotidianidad.
¿Nos leemos el próximo lunes?
