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Acatlán de Osorio

Buscan investigadores del TecNM Acatlán de Osorio alternativas para proteger la biznaga

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Las biznagas desempeñan un papel crucial en los ecosistemas desérticos de México al retener y filtrar el agua durante las precipitaciones, mantener la población de abejas y otros polinizadores, y prevenir la erosión del suelo.

Sicom Acatlán de Osorio

Un equipo de investigadores de la carrera de Ingeniería en Industrias Alimentarias del TecNM Acatlán de Osorio desarrolla un proyecto innovador para aprovechar los tallos de pitahaya como sustituto del acitrón, con el objetivo de preservar la biznaga, una cactácea endémica mexicana en peligro de extinción.

El proyecto, dirigido por el investigador y docente Carlos Eddy Martínez Fuentes, se centra en la cristalización de los tallos de pitahaya para producir acitrón, un ingrediente tradicionalmente elaborado con biznaga. La investigación incluye la caracterización fisicoquímica, microbiológica y sensorial del acitrón derivado de pitahaya, que actualmente se considera un residuo.

Esta iniciativa fue seleccionada en la convocatoria del Tecnológico Nacional de México: “Proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación 2024”, destinada a impulsar el trabajo científico a nivel nacional.

Gabriela Lara Ruiz, docente y colaboradora del proyecto, destacó que la región mixteca de Puebla tiene un gran potencial para la producción de pitahaya. Sin embargo, tras la cosecha de la fruta, los productores suelen desechar los tallos. La investigación propone reutilizar estos tallos para elaborar acitrón, ofreciendo una alternativa sostenible al ingrediente tradicionalmente utilizado en la gastronomía mexicana, especialmente en la rosca de reyes.

En 2021, las biznagas fueron incluidas en la norma NOM-059-SEMARNAT-2010, que restringe el consumo y extracción de especies de flora y fauna mexicanas en peligro de extinción. Las biznagas desempeñan un papel crucial en los ecosistemas desérticos de México al retener y filtrar el agua durante las precipitaciones, mantener la población de abejas y otros polinizadores, y prevenir la erosión del suelo. Además, requieren al menos 30 años para alcanzar el tamaño adecuado para su cosecha, lo que hace insostenible su explotación actual.

El proyecto busca ofrecer una alternativa sustentable que beneficie tanto a los recursos regionales como a la protección del hábitat natural del país.