Los manifestantes exigían la eliminación de estas cuotas y la dimisión de Hasina. El descontento público llevó a la residencia oficial de la primera ministra a ser asaltada.
Sicom Noticias
Sheikh Hasina, primera ministra de Bangladés, presentó su dimisión el pasado fin de semana en medio de intensas protestas antigubernamentales que han sacudido el país en las últimas semanas. La renuncia de Hasina, anunciada por el general Waker-uz-Zaman, jefe del ejército, ha dado paso a la formación de un gobierno interino para gestionar la transición política.
Las manifestaciones, que comenzaron a principios de julio, se han tornado cada vez más violentas. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han dejado casi 300 muertos, con al menos 91 decesos reportados el domingo, incluidos 13 policías. Los disturbios se han extendido a varias ciudades importantes, como Dhaka, Rajshahi, Barisal y Chittagong.
Las protestas estallaron principalmente por la controversia en torno a las cuotas de empleo en la función pública, que muchos opositores consideran discriminatorias. Los manifestantes exigían la eliminación de estas cuotas y la dimisión de Hasina. El descontento público llevó a la residencia oficial de la primera ministra a ser asaltada y a varios vehículos en los alrededores a ser incendiados.
En respuesta a la crisis, el gobierno impuso un toque de queda indefinido durante el fin de semana para intentar controlar la situación. Grupos de derechos humanos han denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades, una acusación que el gobierno ha negado.
El general Waker-uz-Zaman, quien ha confirmado la formación del gobierno interino, hizo un llamado a los estudiantes y manifestantes para mantener la paz. En sus declaraciones, aseguró que ni los militares ni la policía abrirán fuego contra los manifestantes, buscando calmar la tensión y restaurar el orden en el país.4o mini
