Durante años, Natále mantuvo esta canción guardada en un disco duro polvoriento, una creación personal que solo compartía con su padre en raras ocasiones.
Sicom Noticias
Natále, una cantautora y productora independiente de origen estadounidense y medio oriente, es conocida por sus interpretaciones poderosamente viscerales con una voz soul vintage influenciada por el blues, el pop, el reggae y el folk rock de los años 70. Desde hace dos años vive en México, donde se ha inspirado en la vibrante cultura y ha colaborado con músicos locales. Actualmente, trabaja con Discos Nueva York en su nuevo álbum, que incluirá su nueva y primera canción, “Where Our Hearts Will Go? (To Providence)”, la cual se lanzará este 23 de mayo.
La canción está dedicada a todos los artistas que Natále ha conocido en su camino y a aquellos que nunca conocerá. Es un himno atemporal para todos los soñadores creativos que persisten pase lo que pase y que están en la cúspide de todo lo que la vida tiene para ofrecer.
“La canción nació en 2015 en el Columbus Theatre, una ópera en ruinas de los años 20 en Providence, Rhode Island. La compuse en la oscuridad, en el piano principal del escenario, el único público eran los fantasmas del viejo teatro y el gato de mi amiga, Puddle”, relata Natále.
“Where Our Hearts Will Go? (To Providence)” fue una de las primeras canciones que escribió. Sus melodías comienzan con una suave introducción a una mujer y un hombre, insinuando un posible romance, solo para plantear preguntas más profundas, afrontar los misterios de la vida y revelar nuestra esperanza universal de pertenecer.
Durante años, Natále mantuvo esta canción guardada en un disco duro polvoriento, una creación personal que solo compartía con su padre en raras ocasiones. Sin embargo, su persistente petición de que la grabara la llevó a un estudio improvisado lleno de equipos analógicos de la década de 1970 en la Ciudad de México. En este estudio, algunos miembros de la banda se conocieron por primera vez. Después de algunas reproducciones, con Natále en la sala de control y la banda en la sala de batería, la canción fue capturada en vivo en una única y mágica toma.
Repasar la canción por primera vez en el estudio después de tantos años dio nueva vida a Natále. La canción es una cápsula del tiempo que la transporta a aquellos días en los que era una artista desaliñada y amiga que reflexionaba sobre la vida, rodeada de músicos y musas, creativos y amigos.
“To the providence of every creative: to their divine guidance and care, and their timely preparation for future eventualities.” (A la providencia de todo creativo: a su guía y cuidado divinos, y a su preparación oportuna para eventualidades futuras), concluye Natále.
