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Deporte a Fondo | Adiós al Neverkusen y otras historias europeas

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La columna de Antonio Abascal

Las ligas están llegando a su final para dar paso a las competencias de selecciones nacionales que prometen ser apasionantes, la Eurocopa a partir del 14 de junio y la Copa América que arranca el veinte del próximo mes. La liga Premier se decidió a favor del Manchester City, la cuarta consecutiva para los citizens, un hecho sin precedentes en Inglaterra, para lo cual tuvo que batallar hasta la última jornada obligado al triunfo ante el West Ham, que solventó con una victoria de 3-1, para hacer infructuoso el resultado positivo del Arsenal por 2-1 ante el Everton.

Si en Inglaterra cayó una marca, en Alemania la leyenda del Bayer “Neverkusen” finalizó a lo grande con el primer campeonato para los de la aspirina, pero además de forma invicta lo que nunca había ocurrido en la Bundesliga.

Italia y España vieron coronarse a habituales, Inter de Milán y Real Madrid respectivamente, pero sus ligas también dejaron situaciones para el recuerdo: Con la clasificación del Atalanta y del Bolonia a la nueva Champions League, que estrenará formato justamente en el ciclo 2024-2025, mientras que el Girona jugará por primera vez la Champions tras finalizar en la tercera posición y meterse entre los tres grandes: Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid que son los otros invitados al torneo que ahora acapara reflectores y nubla la vista de muchos medios y aficionados porque de un tiempo para acá ganar una liga parece poco si no fuiste capaz de ganar la Champions, cuando es el rendimiento interno el que da acceso al toreo cuyo trofeo es la Orejona.

Ganar cuatro veces una liga en ninguna parte del mundo es sencillo, ni siquiera en países que han abaratado sus torneos ofreciendo dos campeonatos por ciclo como sucede en México, mucho menos lo es en Inglaterra donde la boyante economía de todos sus clubes generada a partir de una correcta distribución de los ingresos por televisión, permite que todos los participantes (incluso los recién ascendidos) puedan armar plantillas competitivas. Por eso vale la pena subrayar las palabras de Jurgen Klopp, el timonel que acaba de dejar al Liverpool: “Pep Guardiola es el mejor entrenador del mundo, pon a otro en el Manchester City, ellos no ganarían la liga cuatro veces consecutivas”. Al City todavía le queda pelear por otro título: La Copa FA en donde la próxima semana se medirán al Manchester United en Wembley por lo que podrían acabar la temporada con dos títulos nada despreciables más allá de haber quedado fuera de la Champions al ser eliminado en penales por el Real Madrid, luego de que el Manchester City obligó a los merengues a un ejercicio de supervivencia defensiva donde su arquero, Andriy Lunin, fue el más destacado.

Cada cierre de año en las ligas europeas es una oportunidad para quitar la venda de los ojos de los aficionados mexicanos que han comprado el discurso mediático de que las ligas sin playoffs son aburridas: En Inglaterra, el campeón no se definió hasta la última jornada, en Alemania la historia del Leverkusen imponiéndose al Bayern Múnich tras once años de dominio es un material muy rico para contar muchas historias, además porque hay otras muy llamativas como la del Stuttgart que pasó de salvarse de milagro hace un año a ser el subcampeón que mandó al tercer lugar al poderoso Bayern Múnich y no se puede perder de vista que hasta un modesto como el Heidenheim puede llegar a las competencias europeas si la próxima semana el Leverkusen gana la final de la Copa Alemana al Kaiserslautern de segunda división.

Bayer Leverkusen se creó en 1904 por iniciativa de Wilhelm Hauschild, un trabajador que escribió una carta, firmada por 170 compañeros de trabajo, a su empleador Friedrich Bayer and Company, solicitando el apoyo de la empresa para crear un club deportivo; la misiva encontró eco y el 1 de julio de 1904 se fundó el club (por eso este fin de semana en su partido de liga al minuto diecinueve con cuatro segundos se guardó un impresionante minuto de silencio en honor de todas las personas que fallecieron antes de ver al equipo campeón de liga.

Fue hasta los ochenta cuando se asentó en la parte alta de la tabla con el trabajo del técnico Erich Ribbeck y jugadores como el coreano Cha Bum Kum y Milton Queiroz “Tita” (quien más tarde llegó al futbol mexicano para jugar en el León ganando la final de la campaña 91-92 al Puebla, equipo con el que también jugó en la 94-95 alcanzando la liguilla) que lo llevaron a terminar en sexto lugar de la Bundesliga y ganar su primera copa de la UEFA en 1988 Campeón de copa en 1993, la Bundesliga se le negaba a pesar de tener buenos equipos recordados por su buen juego.

La leyenda del “Neverkusen” creció en la campaña 2001-2002 cuando el equipo llegó a la parte final del ciclo con opciones en la liga, la copa y la Champions donde tuvo el honor de ser la primera escuadra en llegar a la final sin haber sido campeón de su respectiva liga. Klaus Toppmöller dirigía a una serie de jugadores que se ganaron su lugar en la selección alemana pero que tuvieron un pésimo cierre en la Bundesliga para que el Borussia Dortmund se coronara con 70 puntos por 69 de ellos y 68 del Bayern; el Leverkusen ganó uno de los últimos cuatro juegos (1-1 con el Hamburgo el 13 de abril, 1-2 con el Werder Bremen en casa el 20, 0-1 con el Nüremberg que era local y sólo registró el 2-1 a favor ante el Hertha Berlín) para quedarse muy cerca de su primer campeonato en la liga; en Copa alcanzó la final que se disputó el 11 de mayo de 2002 pero la perdió 4-2 ante el Schalke 04 con los goles Jorg Bohme al 45, Víctor Agali al 68, el veterano Andreas Moeller al 71 y Ebbe Sand al 85 por los azules; los goles del equipo de las aspirinas fueron de Ulf Kirsten al 77 y de Dimitar Berbatov al 89.

El 15 de mayo de 2002 en Hampden Park, Glasgow, Escocia, el Leverkusen se midió al Real Madrid por lo que justamente se acaban de cumplir veintidós años de ese partido; muy temprano, al minuto ocho, Raúl González Blanco con su oportunismo característico abrió el marcador en una jugada derivada de un saque de manos, pero el brasileño Lucio restauró la paridad al catorce, cuando parecía que llegaría el descanso con el partido igualado vino un trazo largo de Santiago Solari a la incorporación del lateral brasileño Roberto Carlos quien mandó un balón muy elevado a la entrada del área donde esperaba Zinedine Zidane; el astro francés esperó para que el balón bajara al tiempo de preparar su cuerpo para sacar una volea que se incrustó en el ángulo superior derecho de la portería que defendía el arquero Hans Jorg Butt en uno de los mejores goles que se recuerden en una final de Champions y en uno de los mejores que ha visto un servidor.

Pese al mazazo, el cuadro alemán no desistió, el arquero merengue César se lesionó y tuvo que entrar el joven Iker Casillas al minuto 68 para resistir la presión germana, de hecho, Casillas fue parte esencial para que el Real Madrid levantara la novena bajo el cielo escocés y ayudara a acrecentar el peso de la ausencia de títulos en su rival alemán.

Para colmo de males cinco jugadores de ese Leverkusen: Hans Jorg Butt (como guardameta suplente), los mediocampistas encabezados por el capitán Carsten Ramelow, Bernd Schneider y Michael Ballack, así como el delantero Oliver Neuville fueron parte de la selección alemana que perdió la final del Mundial de Corea-Japón 2002 ante Brasil por 2-0 en un partido en el que no pudo alinear Michael Ballack debido a la acumulación de tarjetas amarillas.

La campaña pasada el Leverkusen vivió en los últimos lugares hasta que llamó a un técnico sin experiencia en las máximas ligas, pero con una trayectoria brillante como futbolista: Xabi Alonso quien lo sacó de zona comprometida y lo metió a semifinales de la Europa League. Este año acabó con la leyenda del Neverkusen escribiendo la primera Bundesliga de forma invicta, está en la final de la Europa League, misma que se disputará el próximo miércoles ante el Atalanta de Bérgamo y el sábado jugará la final de la Copa alemana por lo que opta al triplete.

Otras historias dignas de contar se escribieron en Inglaterra e Italia con el Aston Villa y el Bolonia, respectivamente. Ambos regresan a la Champions League tras una larga ausencia; el Aston Villa es un equipo que ganó la Copa Europea de campeones de liga (hoy Champions) en la 81-82 y que al año siguiente se quedó en cuartos eliminado por la Juventus de Turín, por lo que desde hacía 41 años no se metía a este torneo para lo cual necesitó en finalizar en cuarta posición tras Manchester City, Arsenal y Liverpool en un gran trabajo de otro técnico español, Unai Emery.

El Aston Villa de la 81-82 estaba dirigido por Tony Barton y en su camino al título goleó en el marcador global por 7-0 al Valur de Islandia, igualó a dos con el Dínamo Berlín de la Alemania Oriental, pero avanzó por el criterio de los goles como visitante, en cuartos dejó fuera al Dínamo de Kiev de la URSS por 2-0 y en la semifinal se impuso 1-0 al Anderlecht de Bélgica. El 26 de mayo de 1982 en Róterdam, Países Bajos, derrotó 1-0 al Bayern Múnich que era dirigido por Pal Csernai. Peter Withe hizo el único gol del partido en el segundo tiempo (67), mientras que el arquero suplente Nigel Spink, quien ingresó al minuto ocho en lugar del lesionado Jimmy Rimmer, tuvo una destacada actuación. Esa noche neerlandesa el Aston Villa jugó con Rimmer (Spink 8’), Kenny Swain, Alan Evans, Ken McNaught, Gary Williams, Des Bremmer, Dennis Mortimer, Gary Shaw, Tony Morley y Peter Withe, mientras que el Bayern jugó con Manfred Muller en la puerta, Wolfgang Dremmler, Hans Weiner, Klaus Augenthaler (después importante en la selección alemana), Udo Horsmann, Reinhold Mathy (Gunter Guttler 52’), Paul Breitner, (otro hombre importante en selección alemana), Wolfgang Kraus (Kurt Nierdermayer 79’), Bernd Dumberger, Karl Heinz Rummenigge (estrella alemana) y Dieter Hoeness.

Un año más tarde en la defensa de su título, el Aston Villa fue eliminado en cuartos de final por la Juventus de Turín con un global, el último partido del equipo “villano” en el equivalente de Champions fue el 16 de marzo de 1983 cuando cayó 3-1 (5-2 global), su último gol fue obra de Withe en una tarde en la que por la “vieja señora del Calcio” marcaron Platini, en dos ocasiones, y Marco Tardelli.

Por su parte el Bolonia pelea por la tercera posición, aunque ya tiene el boleto asegurado para jugar su primera Champions (con ese nombre nunca la ha jugado) en sesenta años ya que su única participación fue la 64-65 ante el Anderlecht de Bélgica empatando la eliminatoria a dos goles pero siendo eliminado por la vía del sorteo. El 7 de octubre de 1964 el Bolonia ganó 2-1 en su estadio, el “Renato Dall´Ara,con los tantos de Ezio Pascutti y Harald Nielsen, pero Stockman al 89 le dio vida a los belgas. Ese día la escuadra que dirigía Fulvio Bernardini (el primer técnico en Italia que ganó el scudetto con dos escuadras distintas, Fiorentina y Bolonia) jugó con William Negri en la puerta, Carlo Furlanis, Francesco Janich, el capitán Mirko Pavinato, Paride Tumburus, Giacomo Bulgarelli, Romano Fogli, el alemán Helmut Haller (mundialista en Inglaterra 66 y México 70), el danés Harald Nielsen, Ezio Pascutti y Marino Perani.

Su estadio, el Renato Dall´Ara (en honor del presidente del club que lo dirigió de 1930 a 1964) tiene una larga historia, inaugurado en 1927, fue uno de los primeros en incorporar las gradas a la arquitectura incluyendo un arco que contuvo una estatua ecuestre de Benito Mussolini, misma que fue destruida durante la liberación de la ciudad en 1943. Escenario de dos mundiales, Italia 34: Suecia 3-2 Argentina y Austria 2-1 Hungría con el famoso equipo del Wündertewam, así como de Italia 90: Colombia 2-0 Emiratos Árabes Unidos, Yugoslavia 1-0 Colombia, Yugoslavia 4-1 Emiratos Árabes Unidos y el de octavos de final entre Inglaterra y Bélgica que se resolvió con una volea de David Platt en los minutos finales, volverá a ser escenario de Champions tras sesenta años.

Así son las ligas europeas llenas de emociones, con mucho en juego, por eso siempre se escriben grandes historias, por eso están a la vanguardia, por ello sus torneos siguen siendo los mejores.