Pernoctó afuera de una veterinaria, esperando pacientemente a que abrieran sus puertas para poder ingresar a “Huesos” y recibir la asistencia médica necesaria.
Juan Pablo Ramírez
Francisco Baeza, originario de Morelos, ha emprendido una travesía desde Atlixco con un profundo aprecio por sus mascotas “Clarita”, “Reno” y “Huesos”, en busca de ayuda médica para uno de sus fieles compañeros.
Antes de iniciar su viaje, Francisco trabajaba como jardinero, pero sus ingresos no eran suficientes para cubrir la valoración médica de “Huesos”, quien presenta un posible tumor en el estómago. Con 85 kilos de pertenencias en una carretilla, que incluye ropa, cobijas y comida para él y sus mascotas, Francisco partió hacia la capital poblana, enfrentando las inclemencias del tiempo con la única misión de salvar la vida de su perro.
Tras varios días de caminar y con los pies cansados, Francisco llegó la noche del martes a la Carretera Federal Puebla-Atlixco, en la Colonia Emiliano Zapata de San Bernardino Tlaxcalancingo. Allí, pernoctó afuera de una veterinaria, esperando pacientemente a que abrieran sus puertas para poder ingresar a “Huesos” y recibir la asistencia médica necesaria.
A pesar de su preocupación por los gastos médicos y su estancia en Puebla, Francisco no pierde la fe. Confía en Dios, quien ha guiado su camino paso a paso, y mientras tenga su provisión, lo demás importa poco.
Esta es la historia de Francisco Baeza, un hombre que, con determinación y amor por sus mascotas, enfrenta cualquier adversidad para asegurar el bienestar de sus queridos compañeros.
