La columna de Adan Morales
La capital poblana vivirá meses difíciles por cinco olas de calor que pronosticó la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con temperaturas que llegarán hasta los 34 grados.
¿Qué entendemos por onda de calor? es un periodo prolongado de tiempo extremadamente caluroso que ocurre de día o de noche con una duración de dos o tres días, es lo que señala la Organización Mundial de Meteorología (OMM).
Es un tema preocupante que nos llama a la reflexión porque expertos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) demostraron que en los últimos 50 años la frecuencia de las olas de calor aumentó sustancialmente.
Cuando digo que hay que detenernos a meditar la situación, es real, debido a que no es mera coincidencia, porque el cambio climático contribuye a intensificar la periodicidad de las olas de calor no sólo en México sino en todo el mundo.
No hay que dejar de lado que Puebla y la zona Metropolitana enfrenta un escenario desfavorable por la mala calidad del aire que durante varias semanas tiene en alerta a las autoridades y población, a esto se suma la actividad del volcán Popocatépetl que arroja ceniza a gran parte de esta franja.
Seguramente te preguntarás ¿Por qué hace tanto calor? hay varios factores, pero los principales son: el cambio climático debido el aumento de temperatura a causa del calentamiento global; urbanización, las construcciones hechas a base de asfalto acumulan gran cantidad de calor; y el cambio en patrones de uso del suelo, donde resalta la deforestación.
De acuerdo con la Conagua, en marzo la temperatura alcanzará los 32 grados, en abril estará entre 29 a 34 grados, mientras que, en mayo y junio, el termómetro marcará algo similar. ¿Cuáles son las consecuencias? son amplías y catastróficas, porque el clima más cálido aumenta la reproducción de enfermedades transmitidas por vectores; se dispará una mayor mortalidad en grupos de riesgo, como niños, adultos mayores y personas con patologías de riesgo; el aumento de la temperatura eleva la ausencia de lluvia que afecta la producción de granos para el sector agrícola, entre otras complicaciones.
EL DATO EXTRA
El desafío es mayúsculo al tener la problemática frente a nosotros, ya no en otros países como solíamos escuchar, Puebla ya padece tal magnitud, por lo tanto, hay que tomar decisiones desde lo individual para tratar de mitigar el fenómeno ¿cómo? con acciones básicas que enumeré en semanas anteriores: utilizar menos el automóvil, fomentar una cultura de reciclaje, incursionar en la soberanía alimentaria libre de químicos y lo más importante preservar nuestras áreas naturales, espacios vitales para nuestra sobrevivencia.
