Este material aporta nutrientes esenciales que benefician el crecimiento de flores y árboles, al tiempo que ayuda a mantener la humedad del suelo.
Pilar Pérez
La reciente actividad del volcán Popocatépetl ha generado preocupación en algunos sectores, pero para muchos amantes de la jardinería, esta ceniza volcánica puede representar una oportunidad para el crecimiento saludable de sus plantas.
La capa de ceniza depositada en la base de plantas y árboles actúa como un abono natural, enriqueciendo el suelo con nutrientes esenciales para el desarrollo de diversas especies vegetales. Sin embargo, como cualquier recurso natural, su uso debe ser moderado, ya que un exceso de ceniza puede resultar perjudicial, especialmente para las plantas expuestas directamente al aire libre.
Los expertos en jardinería sugieren recolectar cuidadosamente la ceniza y almacenarla en bolsas para utilizarla de manera gradual como abono en el hogar. Este material aporta nutrientes esenciales que benefician el crecimiento de flores y árboles, al tiempo que ayuda a mantener la humedad del suelo, favoreciendo un ambiente propicio para el desarrollo vegetal.
Por lo tanto, la ceniza del volcán Popocatépetl puede convertirse en un recurso valioso para los amantes de la jardinería, siempre y cuando se utilice de manera adecuada y responsable, contribuyendo así al cuidado y embellecimiento de los espacios verdes en nuestros hogares.
