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Deporte a Fondo – La Ciudad de los Deportes, un sueño que no termina

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La columna de Antonio Abascal

Las obras de remodelación en el Estadio Azteca con miras al mundial de 2026 arrancarán en febrero por lo que América y Cruz Azul se han visto obligados a buscar una nueva casa para el Clausura 2024, de hecho, la Máquina regresará al Estadio de la Ciudad de los Deportes (que fue su estadio desde el Invierno 96 hasta 2018) mañana sábado cuando reciba a los Tuzos del Pachuca; el América se ha mostrado poco convencido de utilizar un inmueble que también usó (de 1950 a 1957) y aprovechó que las obras de remodelación del Coloso de Santa Úrsula iniciarán en febrero luego de un concierto para todavía jugar dos partidos de este torneo en su estadio: Contra los Gallos Blancos del Querétaro la próxima semana y el de la cinco ante Monterrey el 3 de febrero. 

El Estadio de la Ciudad de los Deportes tiene capacidad para 36,681 espectadores, fue diseñado por Modesto C. Rolland que inició su construcción en 1944 como parte del proyecto urbanístico denominado Ciudad de los Deportes bajo la idea de Neguib Simón Jalife, un hombre nacido en Mérida, Yucatán, quien adquirió unos terrenos ubicados en lo que la ladrillera “Nochebuena” dentro de los límites de lo que fuera el Rancho San Carlos, cerca del antiguo pueblo de Mixcoac. La idea original era un estadio, una plaza de toros, cines, teatros, galerías de arte, un frontón, alberca olímpica, boliche, canchas de tenis y áreas de esparcimiento, sin embargo, los problemas económicos de Neguib Simón obligaron a que sólo se lograran la plaza y el estadio.

Simón Jalife nació en Mérida en 1896, concluyó la carrera de Derecho en la Universidad Nacional y en 1922 se desempeñó como secretario particular del gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, fundador del Partido Socialista del Sureste, y quien al poco tiempo en enero de 1924, sería fusilado por delahuertistas. A los 47 años, Neguib Simón empezó a desarrollar su sueño en la capital del país a pesar de que muchos vaticinaban su fracaso.

La Plaza de Toros, la México, se inauguró el 5 de febrero de 1946, luego de que en enero de ese mismo año pasó la prueba de resistencia con sacos de arena, el inmueble también fue diseñado por Modesto C. Rolland. Unos días antes, el 3 para ser exactos, el arzobispo de México Luis María Martínez dio su bendición a la plaza y al ruedo dejando todo listo para la inauguración, al terminar comentó: “Conste que di la vuelta al ruedo antes que Manolete”.  El cartel fue de lujo con Luis Castro “El Soldado”, el español Manuel Rodríguez “Manolete” y Luis Procuna con toros de San Mateo. La autoridad estuvo representada por el juez de plaza, Carlos Zamora; el primer par de banderillas y el primer capotazo fueron obra de Román “El Chato” Guzmán, la primera faena fue de Luis Castro quien tuvo que ir al descabello, la primera oreja fue para Manolete quien con el segundo de la tarde, “Fresnillo”, logró tal honor; el primer mexicano en cortar oreja fue Luis Procuna al tercero de la tarde, por tal motivo tanto Manolete como Procuna triunfaron ese 5 de febrero https://www.youtube.com/watch?v=NG4SBslY5nM.

Tres años más tarde, en 1949, Modesto C. Rolland escribió un artículo en la Revista Nacional de Arquitectura, órgano del Colegio Superior de Arquitectos de España, en su número 93-94 dedicado a las plazas de toros, ahí destacó: “El alarde de ingeniería de esta magna obra constituía un notable antecedente técnico en el mundo”. Rolland nació en Baja California Sur en 1881 fue ingeniero civil, inventor, escritor, político y periodista, fue pionero en la enseñanza y uso del concreto en México, autor de obras como el Acueducto de Xochimilco, la Plaza México y el Estadio de la Ciudad de los Deportes, antes había apoyado el movimiento antirreeleccionista de Madero, defendió el constitucionalismo de Venustiano Carranza en medios de comunicación y Estados Unidos, promotor y coordinador del reparto agrario en Yucatán, líder de la promoción en el país de la radio como herramienta de desarrollo social y fundador de varios periódicos.

El Estadio de la Ciudad de los Deportes se inauguró el 6 de octubre de 1946 con un partido de futbol americano entre los Pumas de la UNAM y los Aguiluchos del Colegio Militar, que ganaron los universitarios por 45-0 ante 45,000 espectadores, la inauguración incluyó un espectáculo marcial por parte del Colegio Militar y el desfile de los equipos participantes en la Liga Mayor de Futbol americano https://www.youtube.com/watch?v=R4HonDH7Yzo; semanas después, el 14 de diciembre fue el escenario donde los mismos Pumas, dirigidos por Roberto “Tapatío” Méndez vencieron 29-13 al Politécnico en el clásico universitario. El primer partido de futbol ocurrió el 5 de enero de 1947 aprovechando la visita del Racing de Avellaneda; el vigente campeón mexicano el Veracruz enfrentó y venció 2-1 a los argentinos con dos tantos de Leonardo Proal, aunque el primer gol en el inmueble fue obra de Waldino Aguirre del Racing. El 26 de enero se presentó la selección mexicana para enfrentar a la misma escuadra argentina cayendo 4-2.

Máximo Avance

El Puebla debutó de inmediato en el Estadio de la Ciudad de los Deportes, fue el 23 de enero de 1947 cuando empató a dos con el Racing. Lupe Velázquez, al minuto diez, abrió el marcador para los poblanos pero los visitantes le dieron la vuelta con tantos de Reyes al 22 y Aguirre al 38, antes que Eladio Vaschetto empatara al 43. Emmanuel Couttolenc resumió el juego de esta manera: “Los poblanos dominaron y tuvieron el honor de haber arrebatado un punto a los platenses disminuyendo así la diferencia a favor de los argentinos que llevaban tres victorias en suelo mexicano. El Puebla pudo anotarse este empate merced a un juego recio y viril llevado eficazmente por el medio centro Rodolfi, atrás “Pito” Pérez y Montemayor fueron un baluarte”. El equipo de la Franja alineo con Contreras, Montemayor, “Pito” Pérez, Cabezón, Rodolfi, Guerrero, Quiñones, Vaschetto, Pairoux, Baldomedo y Lupe Velázquez; en la segunda parte entraron “Changa” Álvarez, Chávez, “Perro” Cuburu y Santizo. Por el Racing jugaron: Ricardo, Palma, García, Pérez, Fomda, Strembel, Coronel, Reyes, Di Pace, Bravo, Aguirre y Sued. En la segunda parte ingresó Malachane por Di Pace.

Ese fue el primer juego internacional del Puebla, significó el debut del entrenador español Manuel López Travieso, ex asesor técnico del Athletic Club de Bilbao, y el equipo de la Franja fue junto con el Veracruz los únicos que no perdieron frente al Racing ya que, tras la presentación con derrota ante los escualos, los de Avellaneda habían ligado tres triunfos, vino el empate con el Puebla y luego cerró su gira con otros tres triunfos.

Las dificultades económicas de Neguib Simón obligaron a que ofreciera el estadio a los equipos capitalinos de la joven Liga Mayor de futbol, sin embargo, no hubo mucho interés ya que se quejaban del costo del arrendamiento y de la lejanía lo que impediría que el público acudiera por lo que prefirieron seguir jugando en el Parque Asturias. Fue hasta el 4 de mayo de 1947 cuando el inmueble recibió un partido oficial de Liga Mayor con el juego Atlante vs Veracruz que terminó en goleada azulgrana por 5-1 con tres goles de Miguel Ángel Segura, incluyendo el primer gol en partido oficial. En esa liga, la 46-47 Atlante se coronó y el Puebla de la Franja fue cuarto a siete puntos de los campeones, pese a recibir gol en cada uno de los veintiocho partidos del torneo.

La Copa de Naciones de Norteamérica fue el primer torneo internacional que organizó México, fue selectivo para el mundial de Brasil 50, clasificando México y Estados Unidos aunque la selección tricolor ganó todos sus partidos incluyendo un 6-0 sobre el equipo de las barras y las estrellas y luego un 6-2 sobre el mismo rival. Neguib Simón vendió tanto la Plaza México como el estadio al dueño del frontón México, Moisés Cosío Gómez. El estadio sólo se utilizaba para partidos internacionales, las finales de la Copa México o el campeón de campeones por lo que Cosío Gómez decidió comprar el Parque Asturias para obligar a los equipos capitalinos a usar el de la Ciudad de los Deportes: Atlante, América, Necaxa y el Marte tuvieron que efectuar sus partidos ahí desde la campaña 50-51; el Marte dejó la ciudad de México para ir a Cuernavaca en 1953, mientras que América y Necaxa llegaron a un acuerdo con la UNAM para jugar en el Estadio Olímpico en la 55-56 aunque las pobres entradas obligaron al regreso a la Ciudad de los Deportes para la 56-57.

El Atlante utilizó el estadio de forma ininterrumpida hasta la 57-58 cuando fue clausurado por la dirección de obras del Distrito Federal debido a un largo pleito entre Moisés Cosío y las autoridades por impuestos sustitutos no pagados porque el inmueble no contaba con espacios de estacionamiento. No hubo futbol hasta la 66-67 cuando los Pumas lo usaron mientras su estadio era remodelado para los Juegos Olímpicos aunque se quedó ahí hasta 1969, mientras que América, Necaxa y Atlante regresaron para jugar la liga de 1970 ya que el Azteca recibía los últimos detalles para ser sede de México 70.

El Puebla ganó una Copa México al golear 4-1 al León bajo la dirección técnica de Isidro Lángara, un penal detenido de Vicente González a Leonel Bozza, con dos goles de Edwin Cubero, uno del poblano Marianito Fernández y otro de Lupe Velázquez ante Antonio Carbajal; el gol esmeralda fue obra de Marco Aurelio al minuto 81. Al regresar a la ciudad de Puebla, los campeones fueron recibidos por miles de aficionados en la Avenida Reforma, y hubo repique de campanas.

Cabe destacar que en los cincuenta el América ganó dos Copas México y un campeón de Campeones en ese inmueble. En la 53-54 se impuso al Guadalajara. El 12 de mayo de 1954 empataron a cero por lo que se fueron a tiempo extra donde el arquero americanista Manuel Camacho fue expulsado por lo que el delantero Eduardo Palmer ocupó la posición, Raúl Arellano lo venció para abrir el marcador, pero José Santiago empató para los capitalinos y el campeón se dirimió en una tanda de tres penales con un solo tirador. Emilio Fizel marcó los tres para los cremas y Juan Jasso vio como Palmer le atajaba uno para la coronación del equipo que dirigía Octavio Vial, ese fue el primer título del América en la era profesional. Un año más tarde repitieron los equipos en la final y nuevamente ganó el América con marcador de 1-0 con el tanto de Manuel Cañibe al 48. Manuel Camacho, Norberto Iacano, Héctor Uzal, Juan Manuel Lemus, Héctor Ferrari, Rubelio Esqueda, Emilio Fizel, José Santiago, José Luis Lamadrid, Manuel Cañibe y Gerardo Nava fue la alineación de Octavio Vial. Cuatro días más tarde los Cremas derrotaron 3-2 al Zacatepec en el campeón de campeones con dos goles de Cañibe.

Así el Estadio de la Ciudad de los Deportes, el sueño que le costó su fortuna a Neguib Simón, volverá tener partidos de liga a partir de mañana, pero más allá de la idea de que fue escenario clave para Atlante y Cruz Azul, habría que reconocer que fue en ese inmueble donde el América empezó su cosecha de títulos, y sobre todo, habría que reconocer que fue un escenario fundamental para el desarrollo del futbol mexicano.