Música en Todas Partes | El músico que persiguió tres liebres

La columna de Mariana Domínguez Fernández

Este 2023 se cumplen 150 años del nacimiento de Sergei Rachmaninoff y 80 de su fallecimiento. Como suele pasar con aniversarios como este, hay motivos suficientes para hacer relecturas sobre la vida y la obra de estos compositores; se remasterizan algunas grabaciones y salen otras nuevas, además, se llevan a cabo un sinfín conciertos, conferencias y salen a la luz publicaciones de diverso orden. 

Sergei Rachmaninov, nació en Onega, distrito de Novgorod, Rusia, el 1° de abril de 1873, de acuerdo al calendario gregoriano. Hay que recordar que este calendario que usamos, fue promulgado por el Papa Gregorio en 1582, pero algunos países tardaron incluso siglos en utilizarlo, tal es el caso de Rusia, que lo implementó después de la Revolución de 1917. 

Los Rachmaninov eran una familia acomodada que perdió su fortuna, esto motivó su traslado a San Petersburgo. La historia musical del siglo XIX en Rusia se escribió de manera especial en dos ciudades: San Petersburgo y Moscú. 

La madre de Sergei Rachmaninov al notar el enorme talento de su hijo, le dio sus primeras lecciones musicales. Niño prodigio, dotado de oído absoluto y excelente memoria, Rachmaninov fue un chico indisciplinado y rebelde que no se sintió cómodo en el Conservatorio San Petersburgo; cambió de ciudad y encontró una enseñanza más adecuada para él, cobijo y comprensión con Nikolai Zverev, bajo su instrucción logró ingresar al afamado Conservatorio de Moscú. En 1892 siendo aún estudiante se colgó al cuello la medalla de oro de ejecución de piano. En sus exámenes, Rachamaninov, solía tocar sus propias obras, en aquella época escribió una de sus mejores creaciones, el Preludio en do sostenido menor, conocido más tarde como “El Preludio” debido a su gran popularidad. No todo fue mil sobre hojuelas, Rachmaninov probó las mieles de la fama y cayó en absoluta desgracia tras el estreno de su Primera Sinfonía, el fracaso de esta obra fue atribuida a la dirección Alexander Glazunov, quien se presentó en estado inconveniente el día del evento. Sea esta o no la razón, Rachamaninov se hundió en una depresión tan grande que lo alejó de la composición por mucho tiempo. Gracias al tratamiento que recibió del Dr. Dahl, recobró la confianza y volvió a componer. Su regreso fue apabullante y no pudo ser de mejor manera, en 1907 se estrenó con éxito su Concierto para Piano No. 2 a cargo de la Filarmónica de Moscú, mismo que dedicó al Dr. Dahl. 

Para entender la trascendencia de esta partitura más allá del contexto clásico, en 1975, Eric Carmen, compuso una de las canciones más famosas de toda la década de los 70´s: “All by my self”, basándose en el segundo movimiento de dicho concierto para piano. En 1985 esta canción adaptada y traducida al español, fue interpretada por Luis Miguel. 

El autoexilio. 

Antes de radicar por un tiempo en Alemania, Sergei Rachmaninoff estuvo al frente de la ópera en el Teatro Bolshoi de Moscú. El prestigio que tenía como uno de los grandes de la música de su país era incomparable. Para su gira internacional que incluyó los Estados Unidos, compuso entre otros trabajos el Concierto para Piano No. 3. 

La vida de Sergei Rachmaninov no fue la misma debido a la Revolución de 1917, ¿quién puede tenerla a consecuencia de una guerra? Después de vivir en Dresde, Escandinavia y París, fijó su residencia en los Estados Unidos. Las atenciones no faltaron para el autor de La isla de los muertos, a pesar de esto la nostalgia pesó sobre él. Décadas de trabajo intenso mermaron su salud. Rachmaninov falleció unos días antes de su cumpleaños 70. 

Rachamninov tuvo poca facilidad para relacionarse con los demás, no es que fuera inaccesible o neurótico, simplemente era un ser tímido y serio. Sergei Rachmaninov fue un hombre enorme en todos los sentidos, medía poco menos de 2 metros. Sus inmensas y extensas manos le permitieron abarcar 13 teclas del piano. Injustamente algunos creyeron que su música sería pasajera y que con los años sus partituras quedarían en el olvido, afortunadamente estuvieron equivocados. 

Hay un viejo proverbio ruso que utilizaba Sergei Rachamaninov como autocrítica: “Si persigues dos liebres al mismo tiempo, ¿qué seguridad tienes de atrapar siquiera una?”. Rachamaninov, no sólo persiguió dos, sino tres liebres y en cada una de ellas logró destacar como pocos. Ha sido uno de los mejores pianistas de todos los tiempos, un extraordinario compositor y un director de orquesta de respeto, cosa que sólo algunos han logrado en la historia de la música, encontramos algunos ejemplos similares en las figuras de Leonard Bernstein y Silvestre Revueltas. 

Sirvan estas líneas para motivar la escucha de Sergei Rachmaninov en nuestros lectores. Comparto el programa Obertura donde la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla ejecutó dos obras del compositor ruso y el arrollador éxito de Eric Carmen.

Obertura

Eric Carmen

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