Un portavoz de la OMS enfatizó la urgente necesidad de más ayuda humanitaria. De los 500 camiones que han entrado en Gaza hasta la fecha, solo ocho transportaban suministros médicos, y todavía no ha ingresado combustible.
Sicom Noticias
Un mes después de los ataques de Hamás, en los que murieron mil 400 personas y se secuestraron a más de 200 en Israel, los bombardeos de represalia de Israel han dejado un saldo devastador en Gaza. Más de 10 mil300 palestinos han perdido la vida, incluyendo 4 mil 100 niños.
Según informes de prensa, en la noche del lunes al martes, se produjeron bombardeos en Khan Younis, Ráfah y Deir al-Balah, en el sur de la Franja de Gaza. Los militares israelíes habían recomendado previamente a los civiles que se desplazaran.
Este conflicto ha obligado al 70 % de la población de Gaza a abandonar sus hogares, con aproximadamente 717 mil refugiados en 149 instalaciones de la UNRWA, la agencia para los refugiados palestinos, y otros 122 mil en hospitales. Además, 50 instalaciones de la UNRWA han resultado dañadas en los bombardeos, causando la muerte de 66 personas y dejando a 540 heridos.
La Organización Mundial de la Salud ha documentado 102 ataques contra la asistencia sanitaria en la Franja de Gaza, que han resultado en 504 víctimas mortales. La situación humanitaria es desgarradora, como lo ejemplifica el caso de Wisam Al Masri, quien dio a luz a su hija durante los bombardeos y ahora se encuentra en una escuela de la UNRWA sin acceso a baño, agua o atención adecuada.
Un portavoz de la OMS enfatizó la urgente necesidad de más ayuda humanitaria. De los 500 camiones que han entrado en Gaza hasta la fecha, solo ocho transportaban suministros médicos, y todavía no ha ingresado combustible.
A pesar de estas condiciones extremadamente difíciles, los trabajadores de la salud en Gaza continúan esforzándose por salvar vidas, a pesar de las amenazas y la pérdida de seres queridos. Son verdaderos héroes en medio de esta crisis.
