La columna de Adan Morales
“¿Ustedes vienen de Puebla de Los Ángeles? son entonces, unos ángeles para nosotros en estos momentos donde Acapulco se cae en pedazos” exclamó una damnificada al enterarse que el Sistema de Información y Comunicaciones del Estado de Puebla (SICOM) llegó a las colonias y localidades más golpeadas por el Huracán “Otis” para llevar un poco de esperanza en medio de la adversidad.
Como todos sabemos, la furia de “Otis” tocó tierra en las primeras horas del miércoles 25 de octubre dejando total destrucción a su paso al consumarse como categoría 5, un récord histórico en la historia de nuestro país.
En una acción sin precedentes, el SICOM se trasladó desde las primeras horas de la tragedia en solidaridad con los hermanos guerrerenses, porque tenemos claro, que además de nuestro compromiso de informar podemos contribuir a aligerar el panorama desolador que se vive.
El área de SICOM Tecnologías diseñó una estrategia para dotar de señal de internet satelital a las familias damnificadas quienes por más de tres días perdieron toda comunicación con el exterior.
La misión estuvo encabezada por nuestro coordinador Especializado del SICOM, Pedro Gómez Castillo quien se mantuvo firme en todo momento para apoyar a las y los habitantes del emblemático puerto mexicano.
El reto lo asumimos todos, un grupo de ingenieros comandados por Raúl Montes Esqueda, subdirector de Tecnologías Digitales; Oswaldo Aguilar Méndez en las imágenes y su servidor Adan Morales.
¿Cómo se siente? le pregunté a Don Andrés Méndez una que vez que mis compañeros lo apoyaron para que entablará comunicación con sus seres queridos; no sabían si seguía con vida tras esos vientos superiores a los 200 kilómetros por hora.
Le seré honesto, me llenó de emoción su respuesta: “No sabemos cómo parar, sólo sabemos que ustedes se exponen a muchas cosas por ayudar al pueblo ¡Dios los bendiga y los guarde! gracias por esto”.
Ese sentimiento de agradecimiento bastó para continuar con nuestro recorrido por Jardín Azteca, Bodega de Hornos, Zona Diamante, Fórum y la Costera de Acapulco.
En otro punto, tuve la oportunidad de ayudar a Ignacio Pérez, llevaba dos días sin saber nada de su familia, él se encontraba en Zona Diamante cuando llegó “Otis”. Su primera impresión cuándo le compartí “Le vamos a apoyar para que se comunique con ellos” fue “Muchas gracias, joven no sabe como deseo decirles que estoy bien, que estoy vivo”.
Esta catástrofe nos lleva a varias reflexiones, una de ellas, que nuevamente las y los mexicanos tenemos la oportunidad de apoyar a nuestros hermanos en desgracia y dos, que el internet se convierte en una herramienta indispensable en tiempo de crisis. Una llamada, mensaje de texto, mensaje de voz o videollamada calma la desesperación y regresa el alma al cuerpo por saber que a pesar de la ferocidad de “Otis” no se pierde la fe.
EL DATO EXTRA
El periodismo es tan poderoso que puede lograr edificar en segundos una vida, sigamos esa línea, construyamos una sociedad mejor, porque efectivamente como lo recita el mandatario poblano, “nos hace falta hacer comunidad”.
