La columna de Gloria Mejía
Quiero iniciar, con la reflexionando de esta frase, con la que se viste esta columna el día de hoy.
Las personas al igual que las aves, son diferentes en su vuelo, pero iguales en su derecho a volar.
Todos en esta vida, somos diferentes, desarrollamos otras capacidades. Unos son virtuosos, a otros no les interesa y otros no quieren o no se atreven a demostrar o encontrar dicha virtud.
Lo que debe quedar muy claro, es el DERECHO A VOLAR, a TRANSITAR, a VIVIR.
Quiénes somos, para decir que una persona con alguna circunstancia de vida, NO PUEDE hacer tal o cual cosa.
Qué derecho nos da, el subrayar su discapacidad, hacer énfasis en ella.
Anteriormente he escrito, que la persona con discapacidad, no SUFRE, no PADECE, no le AQUEJA.
Lo que hace, que sufran, que padezcan o que les aqueje, es la DISCRIMINACIÓN, que hacemos CON O SIN intención.
Es lamentable que en este siglo, se siga utilizando la palabra INCLUSIÓN, mientras sigamos nombrándola, es que seguimos sin incluir.
Nuestra dependencia, se ha ido caracterizando en contar entre nosotros y nosotras, personas con alguna circunstancia de vida.
Unos de manera permanente y otros u otras con discapacidad temporal. Y ahora entran, hacer prácticas o servicio social, estudiantes con discapacidad. Ya sea temporal o permanente.
Esto es maravilloso, porque nos convierte en inclusivos. En una dependencia u organismo público, que abre sus puertas a estudiantes y a trabajadores, que no eligieron su discapacidad.
Que recordemos que vivimos en un mismo MUNDO. El mundo de la diversidad social. Y en donde todos y todas, tenemos el derecho a volar, a transitar, y sobre todo a vivir.
El Sistema de Información y Comunicación del Gobierno del Estado, va avanzando en el tema de la Discapacidad. Empezamos haciendo un programa que fomenta la cultura de Respeto e inclusión para dichas personas, y que lleva 16 años Al Aire.
Hemos luchado por que se respeten los lugares de estacionamiento, que se pongan rampas adecuadas. Que haya señalética en Braille. Entregamos un documento para el área de Factor Humano, en dónde una persona con discapacidad visual, puede realizar el cuestionario de ingreso laboral, totalmente en Braille.
Falta mucho, sí.
Pero lo que realmente hace falta es SENSIBILIZARNOS.
No compadecer, no sentirnos mal por la persona que tiene inmovilizada una mano, o que no vea, o que no escuche. Que traiga silla de ruedas o muletas. Que use bastón, etc. Todos esos accesorios, son una extensión del cuerpo de la persona que los usa.
No es inmovilizarlos con nuestra ayuda, con pensar en el clásico “pobrecita o pobrecito”. Déjenlos “VOLAR”, porque en este aire, cabemos todos y todas.
