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Cultura

Cecut invita al Taller de danza inclusiva Borboleta, para personas que viven o no con alguna discapacidad

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Es gratuito: ya inició clases los sábados, de 14:00 a 16:00 horas en el Salón de Ensayos 1 de Cecut, y es impartido por Valeria Eunice Serrano y Sandy Rubio; un espacio para público de todas las edades.

Sicom Noticias

Promover sus derechos y el bienestar de las personas con discapacidad son tareas fundamentales de la Secretaría de Cultura federal; por ello, en el Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de esta instancia, se celebra la diversidad y se promueve la inclusión con diversas actividades a lo largo del año.

En el ámbito de la danza existe un proyecto que se va arraigando en sus protagonistas y que el público recibe con beneplácito: se trata del taller de danza inclusiva Borboleta, que ya inició clases todos los sábados, de 14:00 a 16:00 horas en el Salón de Ensayos 1 de Cecut, y es impartido por Valeria Eunice Serrano y Sandy Rubio; un espacio para niños, niñas, adolescentes y adultos que viven o no con alguna discapacidad, que han descubierto el amor y el gusto por la danza.

Este taller de danza inclusiva busca que las personas participantes desarrollen sus habilidades creativas, potencialicen su talento, encuentren nuevas formas de comunicación y expresión, dentro de un ambiente lúdico, divertido, de aprendizaje, tolerancia y respeto al otro. No es necesario inscribirse: solo hay que presentarse los sábados con ropa cómoda.

Cada una de las actividades de este espacio dancístico, creado por Arte Inclusivo Borboleta, A.C., están diseñadas para que quienes toman este taller puedan realizarlas y disfrutarlas al máximo. Pueden participar activamente en la parte creativa proponiendo y creando coreografías, lo que les hace sentir totalmente involucrados en una clase incluyente, divertida y donde todos se sienten motivados a seguir en movimiento.

La instructora Valeria Serrano enfatiza: “La finalidad de estos talleres es que todas las personas que asisten encuentren un medio para divertirse y expresarse a través de la danza y sobre todo generar una comunidad, usamos la danza para la memorización de pasos, el juego para hacer amigos y el trabajo en equipo, tratamos que la clase no parezca que es una clase técnica de danza, al final de cuentas todos estamos bailando”.

La danza aporta innumerables beneficios para quien la practica: incremento de la fuerza física, conciencia de la espacialidad, sensación de lateralidad, aumento de la capacidad sensorial, reducción del estrés, ayuda al autoconocimiento, acentúa los reflejos, regula la respiración, permite integrar procesos corporales, emocionales y cognitivos, además de promover una convivencia social saludable, respetuosa y armónica.

Silvia Eugenia Mejía Alba comparte: “Mi hijo ha estado en estos talleres desde que empezaron y le encanta, les aconsejo a los padres de familia que les den la oportunidad, vean los alcances que sus hijos puedan tener, muchas veces uno como padres no los trae por miedo, los limita, no se imaginan los alcances que pueden llegar a tener si los dejas ser”.

Quienes se inscriben encuentran en el taller un espacio seguro donde descubren que no existen etiquetas, hacen nuevos amigos, aprenden de los demás, y eso les permite vivir plenamente la inclusión, lo que a su vez fomenta la tolerancia y la empatía, valores que les ayudan a desarrollar una imagen positiva de sí mismos, así como a experimentar un cambio significativo en sus vidas y en su entorno.

Sandra Luz Rubio Flores, también instructora, señala: “Estamos trabajando con personas con discapacidad y sin discapacidad, todo mundo puede participar utilizando estas técnicas que tienen que ver con el cuerpo y el movimiento, la danza ayuda emocional, creativa o físicamente, en conjunto esto se vuelve una maravilla y creo que es importante que todos en algún momento tengamos esta conexión”.