En 2022, el Infonavit no logró alcanzar la meta de otorgar 14 mil créditos, solo llegaron al 80 por ciento, de tal forma que espera alcanzar el objetivo de 15 mil créditos este año.
David Portillo
En los últimos cuatro años, en Puebla, la venta y construcción de viviendas disminuyó un 20 por ciento; los principales factores que afectan a la industria inmobiliaria son el encarecimiento de las viviendas y los terrenos, la inflación y la edificación estrecha en zonas alejadas.
El Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores, en colaboración con desarrolladores, lleva cuatro años trabajando en la integración de un banco de tierras junto al gobierno estatal y los municipios, para garantizar la construcción de viviendas sociales a precios accesibles.
Actualmente, el costo mínimo de una vivienda en la entidad poblana es de 440 mil pesos, y la mayoría supera los 800 mil pesos, lo que dificulta su adquisición. Existe un déficit significativo en la construcción de viviendas por debajo de los 700 mil pesos.
En 2022, el Infonavit no logró alcanzar la meta de otorgar 14 mil créditos, solo llegaron al 80 por ciento, de tal forma que espera alcanzar el objetivo de 15 mil créditos este año.
Antonio Kuri Alam, delegado del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores, explicó que tienen un número importante de solicitudes en comparación con años anteriores; sin embargo, dijo, el principal problema para la mayoría de los solicitantes es que están inscritos con el salario mínimo y no con su sueldo real, lo que limita su acceso a viviendas con un costo superior a los 700 mil pesos.
Los municipios donde se construye la mayor cantidad de viviendas son Puebla, Huejotzingo, Coronango, Cuautlancingo, Tehuacán y Teziutlán. Por otro lado, San Pedro y San Andrés Cholula tienen costos elevados en terrenos, mientras que Amozoc enfrenta problemas relacionados con el suministro de agua potable, lo que hace que se construyan menos casas en esos lugares.
