“La Santa Sede ha dado un paso importante hacia la reconciliación y la sanación con los pueblos indígenas al rechazar todos los conceptos que no reconocen sus derechos humanos inherentes”, afirmó.
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El Relator Especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas celebró el rechazo por parte del Vaticano de la “doctrina del descubrimiento”, un decreto católico de 500 años de antigüedad que se utilizó para justificar la apropiación de tierras indígenas en América, África y otras partes del mundo por parte de las potencias coloniales. Asimismo, José Francisco Calí Tzay instó a los Estados a que sigan este ejemplo repudiando formalmente el decreto y revisando las leyes que se basan en él.
El experto elogió el reconocimiento por parte del Vaticano de los efectos nocivos de la colonización, incluido el dolor sufrido por los pueblos indígenas y el llamamiento del Papa Francisco a abandonar la mentalidad colonizadora y promover el respeto mutuo y el diálogo.
“La Santa Sede ha dado un paso importante hacia la reconciliación y la sanación con los pueblos indígenas al rechazar todos los conceptos que no reconocen sus derechos humanos inherentes”, afirmó el experto.
Calí Tzay señaló además que ésta era una de las causas fundamentales del trauma intergeneracional sufrido por los pueblos indígenas, que actualmente se manifiesta en altas tasas de suicidio entre los jóvenes indígenas, la sobrerrepresentación de los pueblos indígenas en el sistema de justicia penal (tanto como víctimas como personas acusadas), la violencia desproporcionada contra las mujeres y niñas indígenas y la discriminación racial.
“La doctrina del descubrimiento sigue siendo una herida abierta para muchos pueblos indígenas de todo el mundo”, ha declarado, explicando además que dicha doctrina “debe abordarse como parte de un proceso de reconciliación entre los pueblos indígenas y los Estados coloniales”, agregó.
