Urgió a un mayor apoyo internacional para socorrer a las víctimas de una tragedia que dejó 54 mil muertos y devastó masivamente un área en la que viven más de 23 millones de personas.
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El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, finalizó su visita de cinco días a las áreas devastadas por el terremoto de Siria y Turquía, donde habló con sobrevivientes y personas afectadas, así como el personal humanitario que las asiste.
Luego de observar de primera mano la magnitud de la destrucción del sismo, declaró que en muchos lugares llega a niveles “apocalípticos”; urgió a un mayor apoyo internacional para socorrer a las víctimas de una tragedia que dejó 54 mil muertos y devastó masivamente un área en la que viven más de 23 millones de personas.
Mientras millones de personas sufrieron pérdidas, lesiones y traumas; muchos otros fueron desplazados por el siniestro.
“Las necesidades sobre el terreno en ambos países son enormes y la respuesta debe contar con mejores recursos”, dijo Grandi.
Agregó que si bien es fundamental pensar en la labor a largo plazo, se necesita mucha más ayuda humanitaria; así como recursos de recuperación temprana para que las personas puedan comenzar a reconstruir sus vidas y medios de vida.
