La OMS recordó que las cárceles están integradas en las comunidades y que las inversiones en la salud de los reclusos se convierten en dividendos para la comunidad.
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Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la sanidad en las prisiones europeas señaló que la respuesta de los países al Covid – 19 en las cárceles fue buena en general; sin embargo, también resaltó áreas de preocupación entre las que destacó el hacinamiento y la falta de servicios de salud mental.
El estudio, elaborado con datos de 36 países del bloque europeo, reveló que en 2020 la condición más prevalente entre las personas en prisión fueron los trastornos de salud mental, que afectaron al 32,8 % de la población carcelaria. La causa más común de muerte en las prisiones fue el suicidio, con una tasa mucho más alta que en la comunidad en general.
Por otra parte, uno de cada cinco países reportó hacinamiento, una situación con consecuencias negativas para la salud.
El informe también refiere deficiencias en los servicios preventivos, incluido el acceso a la vacunación. El 16,7 por ciento de los Estados miembros no ofreció vacunas contra la hepatitis B o la difteria, el tétanos y la tos ferina pese a que estas inmunizaciones se recomiendan para todas las personas al ingresar en prisión.
La OMS recordó que las cárceles están integradas en las comunidades y que las inversiones en la salud de los reclusos se convierten en dividendos para la comunidad.
“El encarcelamiento nunca debe convertirse en una sentencia a una peor salud. Todos los ciudadanos tienen derecho a una atención médica de buena calidad, independientemente de su estatus legal”, recalcó la agencia.
