Un desayuno o comida con estos comerciantes oscila en los 35 a 40 pesos, mientras que en las famosas fonditas puede costar entre 60 hasta 80 pesos.
Andrea Casco
Bueno, bonito y barato; eso es lo que busca la clase trabajadora sobre todo cuando de comida se trata.
Si bien alimentarnos de una manera correcta sería lo ideal, el presupuesto y la prisa diaria lo dificultan.
Ahora trabajadoras y trabajadores recurren a “negocios rodantes”, que venden, tortas, cafés, tamales, pan dulce, y hasta “comidas corridas”, porque abaratan el costo en un gran porcentaje.
Un desayuno o comida con estos comerciantes oscila en los 35 a 40 pesos, mientras que en las famosas fonditas puede costar entre 60 hasta 80 pesos.
Tanto comerciantes como compradores aseguran que está acción se convierte en una cadena que ayuda a todos.
