Enviado especial concluyó que ese país vive un momento sombrío, pero fue optimista sobre el convencimiento de la población de que la situación actual es inaceptable e insostenible.
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El 2022 ha sido un año muy difícil para Siria, las necesidades de la gente han llegado a los peores niveles desde que comenzó el conflicto, en un entorno de mayor colapso económico y violencia continua, informó este miércoles al Consejo de Seguridad el enviado especial de la ONU para ese país, Geir Pedersen.
indicó que no se ha logrado ningún progreso tangible en el avance del proceso político y explicó que la geopolítica global hizo que una situación ardua fuera aún más complicada.
El diplomático dijo que Siria vive un momento sombrío, pero fue optimista sobre el convencimiento de la población de que la situación actual es inaceptable e insostenible.
“En todos los ámbitos de la sociedad he escuchado que permitir que continúe el statu quo y que la situación se deteriore más no es una opción”, reportó Pedersen.
Agregó que, por lo mismo, Siria necesita una atención internacional sostenida más allá del marco humanitario, comenzando por la unidad del Consejo de Seguridad.
“Debemos dar esperanza a los sirios para el futuro. Nuestro objetivo sigue siendo una solución política integral en línea con la resolución 2254, que satisfaga las aspiraciones legítimas de todos los sirios y restablezca la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Siria”, concluyó el enviado, pidiendo el apoyo del Consejo de Seguridad.
