Las lluvias, que serán con descargas eléctricas, vientos fuertes y posible granizo, podrían ocasionar deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos e inundaciones en zonas bajas.
Redacción
Durante la noche de hoy y la madrugada de mañana, miércoles, el monzón mexicano, ubicado en el noroeste de México, interaccionará con un sistema de baja presión sobre Chihuahua, lo que mantendrán lluvias intensas (de 75 a 150 milímetros [mm]) en Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora; muy fuertes (de 50 a 75 mm) en Coahuila y Zacatecas; fuertes (de 25 a 50 mm) en Baja California Sur y chubascos (de 5 a 25 mm) en Baja California.
Por otra parte, un canal de baja presión extendido a lo largo del occidente y centro de la República Mexicana, en combinación con inestabilidad en niveles altos de la atmósfera y la entrada de humedad procedente del Golfo de México y el Océano Pacifico, propiciará lluvias intensas en zonas de Jalisco, Nayarit y Puebla; muy fuertes en Aguascalientes, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero y Michoacán, y fuertes en la Ciudad de México, Hidalgo, Morelos, Querétaro y Tlaxcala.
La Onda Tropical Número 22 se desplazará sobre el sureste del país y, gradualmente en el centro y sur del territorio nacional, ocasionando lluvias puntuales intensas en Chiapas y Oaxaca, muy fuertes en Veracruz y fuertes en Tabasco. A su vez, la entrada de humedad proveniente del Golfo de México y Mar Caribe, generará chubascos en la Península de Yucatán y zonas de Nuevo León y Tamaulipas.
Las lluvias, que serán con descargas eléctricas, vientos fuertes y posible granizo, podrían ocasionar deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos e inundaciones en zonas bajas de los estados mencionados, por lo que se exhorta a la población a atender los avisos del Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua, y seguir las indicaciones de las autoridades estatales, municipales y de Protección Civil.
Esta tarde la depresión tropical Ivette se debilitó a ciclón post-tropical; se ubica a 825 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur, sin generar efectos en costas mexicanas.
