Todavía hay muchas áreas a las que las agencias humanitarias no han podido llegar y muchas áreas sin comunicaciones, incluso sin electricidad.
Redacción
El súper tifón Rai, que arrasó Filipinas durante las Navidades, ha provocado una emergencia masiva con enormes necesidades, afirmaron los trabajadores humanitarios de la ONU.
El tifón tocó tierra al menos en nueve lugares en un área del tamaño de Austria, matando a unas 500 personas.
Hasta siete millones de personas necesitan ayuda. Todavía hay muchas áreas a las que las agencias humanitarias no han podido llegar y muchas áreas sin comunicaciones, incluso sin electricidad. Unas 18 municipalidades todavía no tienen agua corriente y ya se están viendo casos de diarrea por beber agua contaminada.
Los equipos de socorro han comparado el Rai con el tifón Haiyan de 2013, que mató a más de 6000 personas y dejó a cuatro millones sin hogar.
“En la zona que vi no había realmente ningún edificio que estuviera intacto, todas las casas sin techo, y fue desgarrador porque yo fui en Nochebuena, cuando toda la comunidad se reúne y celebra la Navidad“, dijo Brenda Barton, directora de la oficina del Programa Mundial de Alimentos en el país.
Para apoyar las labores de socorro, la ONU ha lanzado un llamamiento de 107 millones de dólares. El Programa Mundial de Alimentos ha solicitado casi 26 millones de dólares de esta cantidad para proporcionar alimentos, logística y telecomunicaciones.
Hasta la fecha, la agencia sólo ha recibido 4,7 millones de dólares, tres semanas después de que comenzara la crisis.
