En contraste, en algunas calles o parques se organizan contra la delincuencia y cuentan con una alarma vecinal y hasta cámaras de vigilancia para reaccionar ante posibles problemas.
David Portillo
La convivencia vecinal en unidades habitacionales puede llegarse a tornar tensa por momentos, aunque hay quienes prefieren hacerse de oídos sordos ante las problemáticas que a diario enfrentan.
El exceso de volumen en la música, pelearse por los tendederos en las azoteas o colocarlos en plenas áreas comunes, ocupar lugares de estacionamiento o ruido en los departamentos; esos son parte de los conflictos que deben lidiar a diario.
En contraste, en algunas calles o parques se organizan contra la delincuencia y cuentan con una alarma vecinal y hasta cámaras de vigilancia para reaccionar ante posibles problemas.
Expertos en urbanismo refieren que el crecimiento desmesurado de unidades habitacionales y de la población provoca que en una sola calle convivan a diario más de 264 personas, en edificios que constan de 6 a 10 departamentos, pues en promedio habitan 4 individuos al sur – oriente de la capital poblana.
