A partir de los objetos exhibidoS, “el visitante también puede recordar experiencias de su niñez y se puede conocer la historia de Tijuana” se dijo en la entrevista.
Redacción
Hace 80 años la lucha libre llegó a Tijuana y se arraigó como una de las atracciones favoritas de la población y del turismo, de entonces a la fecha luchadores, empresarios, cinematógrafos, periodistas e investigadores han hablado de este deporte-espectáculo y de su impacto en la urbe y en su historia.
Mauricio Limón Pino coordinador del Museo de la Lucha Libre Mexicana habló dentro del ciclo “Conversando con…” que organiza el Centro Cultural Tijuana, institución de la Secretaría de Cultura federal, con el periodista cultural Jaime Cháidez, sobre su experiencia al fundar el primer museo dedicado al pancracio en México.
El 29 de abril del 2017 Limón abrió al público las puertas de este espacio, “platicando con coleccionistas escuché que había fallecido uno de ellos y que su colección se había ido a la basura y de otro que la mitad se la había quedado su sobrino” ante esta situación decidió exponer su colección personal y “hacer mi sueño realidad, ya que no existía entonces ningún museo en México de lucha libre”, aseguró.
El proyecto de Mauricio Limón surgió de su afición desde niño a la lucha libre misma que comparte con Cháidez lo que se reflejó en las numerosas anécdotas que compartieron en la charla, vivencias que abarcaron la lucha libre en Tijuana y en la Ciudad de México, recuerdos de la vida profesional y el conocimiento acumulado sobre este espectáculo.
Entrevistado y periodista concluyeron que a partir de los objetos exhibidos en el museo, tales como máscaras originales, cinturones, trofeos, cabelleras, programas, carteles e historietas, “el visitante también puede recordar experiencias de su niñez y se puede conocer la historia de Tijuana, ya que se exhiben también fotografías como aquella de la Arena Tijuana 72 y el Coliseo que se incendió en 1951” expresó el coordinador del museo.
La colección del museo es cuantiosa, “en exhibición hay 7,000 piezas y en bodega otro tanto, casi el triple” afirmó Limón, quien destacó que uno de los objetos que más aprecia, “es un jarrón del Santo, muy especial, nos lo envió Lourdes Grobet, la primer mujer fotógrafa en la lucha libre en México”; la donadora es coleccionista de parafernalia de lucha libre, misma que ha exhibido en La Habana, Cuba; Chicago, Estados Unidos y en Santiago de Chile.
Mauricio Limón invitó al público a visitar el Museo de la Lucha Libre Mexicana ubicado en la Zona Centro de Tijuana, entre la calle Siete y Revolución, edificio que comparte con el Museo del Coleccionista de Tijuana, que se encuentra abierto los viernes, sábados y domingos de 10:00 am a 18:00 pm.
